El actor Russell Crowe alaba la 'estupenda técnica' de Javier Bardem
El intérprete neozelandés presenta en Madrid su filme 'Prueba de vida'
Russell Crowe, de 36 años, llegó media hora tarde a la conferencia de prensa convocada ayer en Madrid para promocionar su película Prueba de vida, que se estrena en España el 3 de marzo. Una sesión de footing en el Retiro, acompañado de su guardaespaldas, le impidió ser puntual. El director de la película, Taylor Hackford, y el actor no quisieron sentarse juntos. Primero habló la estrella; luego, el director. Las agencias de noticias, las revistas del corazón y los portales de Internet tampoco pudieron estar cerca del famoso neozelandés. El veto a estos medios de información no impidió lo que, al parecer, se pretendía evitar: las preguntas sobre su vida privada.
Cuando una periodista le preguntó si creía que su idilio con su compañera de reparto en Prueba de vida, Meg Ryan (quien en pleno rodaje en la selva de Ecuador dejó plantado a su marido, Dennis Quaid, por el fornido Crowe), había beneficiado a la película, el traductor intentó pasar por alto la pregunta. El griterío de los periodistas lo impidió y el actor no sólo respondió, sino que lo hizo bien: 'Creo que sí ha ayudado a la película, pero eso no quiere decir que sea un requisito para el éxito de una película. Meg es una mujer preciosa y valiente. Y me ha gustado trabajar con ella. Lo único que me alegra de esta historia es que finalmente no he perdido su amistad. He perdido otras cosas, pero no su amistad'.
Explorar personajes
Russell Crowe insistió ayer en su necesidad de 'explorar' personajes. Para ello, dice, empezó una concienzuda carrera hace años. 'Hace mucho tiempo que empecé a tomar decisiones difíciles. Las decisiones importantes no se pueden tomar ahora, sería tarde. A mí no me mueve el dinero, me mueve el personaje y el guión. Si el guión me pone la carne de gallina puedo pasar de interpretar a un skin a un homosexual. Yo llevo años tomando ese tipo de decisiones. Para mí, lo importante es explorar personajes'. Su próximo trabajo, A beautiful man, dirigido por Ron Howard, está basado en un personaje real. Un matemático esquizofrénico que, según explica el actor, le obliga a leer libros de matemáticas y a estudiar casos de esquizofrenia. 'Si tengo que interpretar un personaje real, la responsabilidad es mayor. Yo no quiero traicionar su verdadera persona y por ello debo conocerlo muy bien'.
'Lo bueno de mi trabajo es que no importa la edad', continúa Crowe, 'siempre habrá personajes que conocer y que investigar. He trabajado duro para estar en el nivel más alto y quiero aprovecharlo. El día que no encuentre esos personajes, lo dejaré. Antes o después, en esta mesa, ante ustedes, habrá otro trozo de carne fresca, así que no merece la pena preocuparse por el futuro'.
Russell Crowe culpó ayer a Taylor Hackford, director de Prueba de vida, de haber desaprovechado la oportunidad de hacer una película política. 'Dejémonos de tonterías; esta película habla de Colombia, ese país imaginario llamado Tecala es Colombia. No me gustó que cambiaran el nombre, el director perdió con ello la oportunidad de hacer una película política'. Prueba de vida, basada en un reportaje de Vanity Fair que luego se convirtió en libro, narra cómo el secuestro de norteamericanos y europeos está generando una industria paralela de negociadores profesionales, en su mayoría ex militares. Crowe es aquí el negociador, y Meg Ryan, la mujer de un norteamericano secuestrado por la guerrilla. 'Él es actor y los actores nunca son los responsables de la película', dice Taylor Hackford. 'Yo velaba por la integridad del equipo. Qué más da que sea Tecala o Colombia'. Hackford confirma que fue un rodaje difícil, en plena selva ecuatoriana, con varios accidentes, uno de ellos mortal; un romance que revolucionó el ambiente y que atrajo a cientos de periodistas, y un actor, sencillamente, complicado: '¿Qué puedo decir? No es un hombre fácil. Pero vale la pena'.
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