'Creí que íbamos a morir todos en el barco'
Han cambiado la oscura bodega del carguero East Sea por un hangar militar con camas plegables. Tras haber sido abandonados por las mafias de Irak y Turquía en la Costa Azul, los cientos de inmigrantes kurdos creen haber tocado la tierra prometida. '¿Sabe?, los últimos años hemos soportado humillaciones y robos de los iraquíes. Somos de Mosul, y allí, cuando eres kurdo, no puedes vivir. En el barco creí que íbamos a morir todos', relataba ayer uno de los pocos refugiados que aceptaron hablar a través de las rejas tras las que están confinados.
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