Un grupo de 60 magrebíes sobrevive comiendo hortalizas crudas en El Ejido
La situación a la que se ven abocados algunos grupos de inmigrantes en la provincia de Almería -particularmente en la zona del Poniente- , que no encuentran trabajo por carecer de papeles, es especialmente dramática. Hay decenas de personas que desde hace días no tienen absolutamente ningún recurso para poder comprar comida y alimentarse, ni tan siquiera una vez al día.
Esta situación es la que están padeciendo unos sesenta magrebíes que, desde hace una semana, se han visto obligados a comer únicamente hortalizas crudas que encuentran desechadas en las inmediaciones de los invernaderos del Poniente. Pimientos o calabacines crudos se han convertido en la obligada dieta de este grupo que se hacina por las noches en un viejo cortijo de una barriada de El Ejido.
Desde que entró en vigor la nueva Ley de Extranjería, el miedo a ser expulsados les ha hecho esconderse por la noche y dispersarse durante el día por el temor a que la policía les descubra y les expulse del país al estar en situación de irregularidad.
Un grupo de miembros del Sindicato Obreros del Campo (SOC) han podido constatar la extrema precariedad en la que está viviendo estas personas, cuya primera y única prioridad en estos momentos es, según han explicado, 'comer'.
En cuanto tuvieron conocimiento de la situación, los miembros del SOC se apresuraron a recabar algunos recursos para poder paliar de algún modo las necesidades urgentes de alimentación de estos magrebíes. Con la aportación de un banco de alimentos y la colaboración de los sindicatos CNT y USTEA, un grupo de personas acudió en la noche del jueves al lugar donde se juntan los inmigrantes para dormir y les entregaron legumbres, pan, leche, aceite y azúcar.
Colaboración vecinal
En la recopilación de alimentos colaboraron también algunos vecinos de El Ejido sensibilizados con el tema de la inmigración. Sin embargo, los alimentos distribuidos el jueves sólo resolvieron un par de días la situación del colectivo, integrado por personas bastante jóvenes que tienen miedo de que les encuentren les expulsen.
Según explica una de las personas que el jueves visitó a los inmigrantes: 'Su situación es desesperada. Están pasando hambre y sólo quieren poder comer, pero no están dispuestos a robar para ello. Algunos tenían trabajo antes pero ahora ninguno tiene recursos para alimentarse. Nosotros hemos podido comprobar la situación de este grupo, pero no sabemos cuánta gente más puede haber en el Poniente almeriense pasando por lo mismo'.
A pesar de que la carencia de papeles está imposibilitando que muchos inmigrantes puedan trabajar en el campo, algunos empresarios de la provincia han reconocido que están contratando por necesidad a trabajadores irregulares.
El sindicato Comisiones Obreras de Almería ha criticado estas manifestaciones públicas y ha advertido que 'las declaraciones que están emitiendo las asociaciones agrícolas sobre la utilización de indocumentados y la necesidad de mano de obra puede causar un efecto llamada de inmigrantes de las provincias limítrofes a Almería y, sobre todo, de Murcia y Granada, por la situación coyuntural que están atravesando los ecuatorianos'.
Según este sindicato: 'No podemos seguir justificando desde diversos sectores sociales y empresariales de Almería la utilización de una mano de obra indocumentada de forma abusiva y descontrolada escudándonos en que es el único modo de sacar las cosechas adelante'.
Comisiones Obreras insiste en la necesidad de consensuar un pacto por la inmigración en Almería y critican que 'las asociaciones agrícolas se permiten decir públicamente que están utilizando mano de obra indocumentada para no perder la cosecha'.
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