_
_
_
_
_
ASAMBLEA | PREGUNTAS CON RESPUESTA

Decíamos ayer

Nadie lo dijo. Verdad. Pero ayer cualquiera, en la Asamblea, podía haber recurrido a lo que dicen que dijo Fray Luis de León cuando, tras años de prisión, volvió a su cátedra de Salamanca: 'Decíamos ayer...' Pero no. Hombre, no es lo mismo. Las circunstancias -sí- eran distintas. Y distintos el tiempo y el lugar. Y Fray Luis -para desgracia de todos- no ocupa nunca esta tribuna de oradores. Pero, en fin.

Y eso que se respiraba un aire de casi normalidad en el salón del Parlamento de Vallecas. Habían vuelto los socialistas y los de IU al pleno. Hubo gestos: el presidente Alberto Ruiz-Gallardón se acercó sonriente al portavoz socialista, Pedro Sabando, segundos antes de empezar el debate. Lo cogió, cariñoso, por los antebrazos. Le dijo algo. Gestos de aprobación en ambos. Sonrisas. Qué bien.

Más información
Ruiz-Gallardón ofrece a la oposición un pacto para consensuar las transferencias de Sanidad

Pero la sesión de control no aguantó. Es difícil buscarle emoción a las preguntas que los parlamentarios del PP hacen al Gobierno del PP. Por mucha voluntad que se le eche. Difícil. Los señores diputados populares hicieron lo que pudieron. Hasta fue una faena de aliño la del presidente, que, contestando a Javier Rodríguez (PP), aprovechó para ofrecer a la oposición su voluntad de consensuar las transferencias de Sanidad.

La verdad es que los temas no acompañaban mucho: plan de deshabituación del tabaco -¿pitillito?-, turismo madrileño -crece una barbaridad, no sólo en comparación con la etapa socialista, sino con España entera-, información de la Unión Europea en los municipios madrileños y -ya definitivo- el convenio entre ayuntamientos y Medio Ambiente -hay que recuperar cañadas, si no para las vacas, al menos para turismo rural-.

Lo que se dice un control sin piedad sobre el Gobierno que pone los pelos de punta. Ya te digo. La oposición no había presentado ninguna pregunta. Así que, cortés y silenciosa, escuchaba.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Lo de suspensión o disolución del pleno del pasado día 1 por el presidente de la Cámara, Jesús Pedroche, ha dejado secuelas. Ayer mismo, cuando la presidenta de la Comisión de Estudios de la Sociedad de la Información anunciaba que, ante la ausencia del compareciente, se suspendía la sesión, el socialista Antonio Carmona preguntaba, zumbón o, a lo mejor, ingenuo: '¿Se suspende definitivamente o la reanudaremos en su momento?' 'No, no', se apresuraba la presidenta: 'Se levanta la sesión'.

Cualquiera se metía en nuevas disquisiciones jurídicas. De todo se aprende. Ya lo dijo el poeta Luis García Montero: 'En vosotros aprendo que la vida / tiene menos que ver con los principios / que con la dignidad de los finales'.

La vida parlamentaria, también. Tal vez unos y otros se hayan dejado pelos en la gatera. Pero el conflicto del pleno suspendido que empezó por un principio se ha saldado con un final de dignidad. El propio Ruiz-Gallardón lo reconocía ayer cuando, al saber que PSOE e IU recurrirán en amparo al Tribunal Constitucional y volvían al pleno, se felicitaba y felicitaba a todos: 'Eso es lo que hay que hacer: en un caso así deben decidir los tribunales'.

Todo, pues, por fin en orden. Regreso del pueblo a la tribuna de invitados. Una representación de los trabajadores de Sintel recibía allí el apoyo de su Asamblea. Como debe ser.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_