Una fiscal federal abre una investigación criminal sobre el indulto de Clinton a Rich
'Como he dicho repetidamente, tomé la decisión de perdonar a Marc Rich basándome en lo que pensé que era correcto', declaró ayer Clinton en un comunicado leído por una portavoz del ex presidente. Y prosiguió: 'Cualquier sugerencia de que factores inadecuados, incluida la recogida de fondos para el Comité Demócrata Nacional o mi biblioteca, tuvieron algo que ver con mi decisión es absolutamente falsa. Espero cooperar con cualquier investigación que sea apropiada'.
El perdón presidencial es un privilegio irrevocable, por lo que Clinton no debe temer nada de la investigación criminal en marcha. Pero otros implicados en el asunto podrían ser procesados por soborno de funcionario público.
Tras cuatro semanas de malas noticias, los Clinton recibieron una buena en la noche del miércoles. El comité de ética del Senado proclamó que Hillary Clinton no violó ninguna norma de esta cámara al firmar un contrato con la editorial neoyorquina Simon & Shuster para publicar sus memorias y recibir ocho millones de dólares (unos 1.400 millones de pesetas) en concepto de adelanto. La generosidad de este anticipo y el hecho de que la editorial pertenezca al grupo multimedia Viacom, investigado con frecuencia por el Congreso por posibles posiciones monopolistas, habían provocado dudas y críticas, por lo que el comité de ética del Senado, la cámara en la que se sienta Hillary Clinton, decidió abordar el asunto.
La conclusión es que el acuerdo entre la senadora y Simon & Shuster 'entra dentro de lo corriente en el mundo editorial' y 'no supone ningún conflicto de intereses'. Hillary se declaró ayer 'satisfecha' porque su contrato con la casa neoyorquina sea 'plenamente conforme con las normas éticas del Senado'. Su esposo, en cambio, sigue en entredicho. Tras verse obligado a devolver los muebles del patrimonio de la Casa Blanca que se había llevado en su mudanza y cambiar una costosa oficina en el centro de Manhattan por otra en Harlem, Clinton sigue en el visor de varias investigaciones por el caso Rich.
Clemencia y dinero
La última en ser abierta es la criminal que lleva la fiscal federal de Nueva York. White está examinando extractos bancarios, conversaciones telefónicas y documentos escritos para ver si existe alguna relación entre el perdón a Rich y el dinero entregado por Denise Rich, su ex esposa y adalid del indulto. 'Varias cuestiones han surgido sobre las actividades y perdón de Marc Rich' y su socio, Pincus Green, afirma la nota conjunta de la fiscal White y del director adjunto a cargo de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Barry W. Mawn, que participará en las indagaciones sobre esta cuestión.
Las dos investigaciones del Congreso, una en cada cámara, ya han probado que Denise Rich donó más de un millón de dólares a causas electorales del Partido Demócrata, incluida la candidatura de Hillary Clinton al Senado, y 450.000 dólares a la biblioteca presidencial que Clinton construye en Little Rock (Arkansas). Además, le regaló al ex presidente un saxofón y muebles valorados en varios millones de pesetas.
La fiscal White, según fuentes de su oficina, 'está intentando determinar si el indulto a Rich fue comprado con dinero'. White está indignada porque la Casa Blanca de Clinton no consultó este indulto con la fiscalía neoyorquina, que fue la que en 1983 procesó al negociante de materias primas por 51 delitos económicos, incluida la mayor evasión fiscal de la historia de EE UU, y de tratos petroleros con Irán en la época en que en este país liderado por el imán Jomeini mantenía cautivos a decenas de rehenes estadounidenses en Teherán.
El pasado viernes, en su declaración ante el comité del Senado, Roger Adams, responsable de las solicitudes de clemencia en el Departamento de Justicia, declaró que sólo fue informado de que Clinton pensaba indultar a Rich en la madrugada del 20 de enero, pocas horas antes de que concluyera el segundo mandato de Clinton y se produjera el relevo presidencial en la Casa Blanca. A Adams sólo se le informó de que Rich estaba fuera del país, pero no de que se trataba de un prófugo de la justicia norteamericana buscado por 51 delitos económicos.
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