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Un diputado socialista andaluz admite ser el autor del comentario xenófobo

El revuelo sobre la frase xenóbofa que captó una cámara de TVE momentos antes de iniciarse un pleno sobre inmigración en el Parlamento andaluz tuvo ayer un desenlace sorprendente. El vicepresidente tercero de la Cámara y secretario de Política Municipal del PSOE, Rafael Centeno, rompió a llorar en una conferencia de prensa, en Málaga, al confesar que había sido él el autor de la expresión, y no Matías Conde (PP), a quien los socialistas y el comité de empresa de TVE-Andalucía habían atribuido la frase racista, incluso después de que el Consejo Asesor de la RTVE en Andalucía analizara la grabación.

Centeno pidió perdón públicamente a Conde 'por el daño que le haya podido ocasionar', tras haber escuchado la noche anterior el vídeo en su casa y reconocer su voz. Zanjaba así 'una sospecha tan injusta, que no era moral ni ético que continuara'. El socialista admitió haber pronunciado la frase, pero subrayó que no se siente identificado 'ni con su contenido ni con su sentimiento, porque ni lo pienso ni lo siento'. La achacó a 'una maldita broma', por el tono 'informal y jocoso' con que se dirigió a Matías Conde antes de empezar la sesión. 'Le dije que no había nadie del PP entre los diputados y a partir de ahí no recuerdo la conversación ni los términos en los que se produjo', aseguró.

Zapatero pide disculpas al secretario general del PP, Javier Arenas, quien considera que los socialistas deben asumir responsabilidades políticas

En todo caso, advirtió de que se trata de una frase sacada de contexto que nunca llegó a completar: 'No sé cómo el micrófono de una cámara podía recogerla sin lo de antes, ni lo de después'. Centeno destacó que 'en 25 años de militante socialista' siempre ha defendido 'los valores contrarios a esta afirmación'.

Los populares culparon al presidente y portavoz socialista del Parlamento andaluz, José Caballos, de ser el 'instigador' del 'linchamiento moral y político' de Conde, y pidieron que dimita de sus cargos y que deje el escaño. El secretario regional del PP, Antonio Sanz, anunció una querella contra Caballos y también contra el presidente del comité de empresa de RTVE en Andalucía, Teo Altieri, quien hizo público un comunicado en el que aseguraba que los trabajadores que habían escuchado la grabación señalaron al parlamentario popular.

La catarata de solicitudes de dimisiones hecha por el PP se extiente al presidente del Consejo Asesor de RTVE en la comunidad, el socialista Joaquín Galán; a todos los consejeros nombrados por el PSOE en este órgano y a la portavoz, Mercedes Gordillo.

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Matías Conde dijo, por su parte, que no se consideraba 'dañado' por Centeno, a quien 'le honra su gallardía y valentía', sino por la 'sucia manera' de hacer política de Caballos y del secretario general del PSOE y presidente de la Junta, Manuel Chaves, 'que le dio licencia para la cacería'.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió disculpas a su homólogo del PP, Javier Arenas, quien aceptó las disculpas pero expresó la necesidad de que los socialistas asuman 'otras responsabilidades políticas'. Zapateró dejó en manos de Chaves la salida política. Éste dijo ayer que 'las palabras sólo son imputables' a Centeno, que ya ha pedido las disculpas correspondientes, y añadió: 'El hecho de que el PP 'quiera implicar ahora a Caballos o a mí me parece una irresponsabilidad y un oportunismo absolutamente reprobable'. La ejecutiva del PSOE tomará hoy una decisión, que, según fuentes socialistas, pasará por aceptar la salida de Centeno del Parlamento y de la ejecutiva.

La vicesecretaria del PSOE andaluz, María del Mar Moreno, compareció para 'pedir perdón' por los comentarios de Centeno, pero cortó en seco la conferencia de prensa cuando se le preguntó por las medidas a tomar. Ni Moreno ni Caballos, al contrario que el propio Zapatero, pidieron disculpas al PP o a Matías Conde. Es más, Caballos aseguró que 'conociendo a Matías Conde' y con la 'certeza' de que era éste, el PSOE organizó 'una estrategia' para pedir aclaraciones. Y sobre su actuación tiró hacia arriba: 'Todo lo que he hecho no ha sido a título individual, sino compartido con la dirección del PSOE'.

El pasado día 13, EL PAÍS recogió la versión de un diputado, miembro de la Mesa del Parlamento, que atribuía la desdichada frase al diputado del PP Matías Conde. Esta fuente, que pidió no ser identificada, dijo que había escuchado a Conde una frase 'de mal gusto' parecida a la recogida por las cámaras. Y detalló: 'Yo le recriminé: 'no digas burradas'. Esta misma versión fue contada por el citado diputado al presidente de la Cámara, José Torres Vela, y al presidente y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José Caballos.

El parlamentario que acusó ocultándose en el anonimato matizó ayer a este diario que él no llegó a asegurar que el autor de la frase fuera Conde sino que sólo habló de una posibilidad. EL PAÍS nunca debió prestar credibilidad y mucho menos publicar el relato anónimo de un diputado que acusaba de hechos tan graves, con nombre y apellidos, a otro parlamentario. En su comparecencia de ayer, el secretario general del PP andaluz, Sanz, dijo sobre este asunto: 'Tengo que pedir a EL PAÍS que diga quién es ese diputado indigno que miente de manera tan bellaca'.

Rafael Centeno, ayer, durante la rueda de prensa.
Rafael Centeno, ayer, durante la rueda de prensa.

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