Los delitos menores se estancan en Barcelona, pero crecen en Ciutat Vella

Los delitos menores, como tirones o robos de vehículos, disminuyeron el año pasado en la ciudad de Barcelona, pero no así en el distrito de Ciutat Vella, donde la realidad es muy distinta a la del conjunto de la ciudad. Allí se concentra la actuación de los delincuentes habituales y en esa zona se proponen actuar decididamente el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno. Ambas instituciones han elaborado un plan de actuación que hoy entregarán Joan Clos y Julia García-Valdecasas al ministro del Interior.

El año pasado se denunciaron en el conjunto de la ciudad de Barcelona 3.100 tirones, un 12,9 % menos que en 1999. En Ciutat Vella fueron 748, un 36,2% más. Otra cifra ilustrativa: el robo de vehículos en la ciudad disminuyó ligeramente en ese mismo periodo, pero en Ciutat Vella aumentó un 17,2%. Los datos oficiales sobre sustracción en vehículos también son significativos. En el total de la ciudad se incrementaron el 2,2%, mientras que en Ciutat Vella el aumento fue del 25,7%. Lo mismo ocurre con los delitos contra la propiedad. En Ciutat Vella se denunciaron 388, un 10,8% más que en el año 1999, mientras que en Barcelona fueron 2.108, lo que supone un aumento del 5,93%.

Por el contrario, la tendencia se rompe con los delitos mayores. En Ciutat Vella descendieron el año pasado un 30,7% los homicidios o asesinatos, y en el conjunto de la ciudad fueron 54, exactamente los mismos que en 1999. Lo mismo ocurre con los delitos sexuales. En Ciutat Vella descendieron un 42,8% y en Barcelona un 6%.

Esa realidad de la pequeña delincuencia en Ciutat Vella no es nueva, porque el centro de la ciudad es la zona más visitada por los turistas y la más apetecible para los delincuentes habituales. Pero las diferencias entre el conjunto de Barcelona y Ciutat Vella nunca habían sido tan considerables. Y nunca se había palpado de forma tan clara que la inmensa mayoría de esos delitos los cometen delicuentes reincidentes, frente a los cuales tienen muy poca eficacia las leyes actuales. El ejemplo más claro es que 418 personas identificadas acumulan más de 12.000 detenciones en los últimos años.

Atajar de raíz del problema

Ante esta situación, las administraciones se pusieron manos a la obra el pasado verano para atajar el problema de raíz. De una reunión de la Junta Local de Seguridad surgió una comisión de trabajo y al final se ha redactado un documento con siete propuestas concretas de actuación en cuya elaboración han participado desde el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, al juez decano de Barcelona, Joaquim Bayo. También han aportado sus ideas un abogado del Estado y especialistas del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y la Guardia Urbana de la ciudad. Ese plan de actuación conjunto lo entregarán hoy en Madrid al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas.

El texto exige que se reforme el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal en unos casos para agravar las leves penas actuales y en otros para tipificar delitos que no lo están. Es lo que sucede, por ejemplo, con la sustracción de un vehículo: si el delincuente no es sorprendido en flagrante delito, apenas se puede actuar penalmente contra él porque la figura penal que definía esa conducta -uso ilegítimo de vehículos de motor- se eliminó.

La propuesta institucional sugiere también eliminar las faltas del Código Penal para que se conviertan en delito cuando sean graves o se les apliquen sanciones administrativas si son leves. Para ello se creará una oficina judicial cuyo objetivo será seguir el cumplimiento de las condenas impuestas por esas faltas, en contra de lo que sucede ahora.

También se propone introducir el concepto de habitualidad para agravar las penas y que se considere la agravante de asociación ilícita para delinquir. Otra de las iniciativas propuestas, que ya se puede poner en marcha, prevé la creación de un mecanismo para crear lo que en términos judiciales se denomina prueba preconstituida. Actualmente, cuando un turista sufre un tirón o un robo, nunca comparece en el juicio por ese delito y el acusado es absuelto casi siempre. Ahora se propone que un juzgado se haga cargo de citar a todas las partes en las horas siguientes al robo para que la víctima declare y esa prueba pueda emplearse luego en el juicio.

El Ayuntamiento aprovechará la reunión de hoy para solicitar también más efectivos policiales en Barcelona y más dotación de jueces y fiscales. Por su parte, un portavoz de la delegación inisitió en que lo importante es desarrollar la propuesta institucional para combatir a los delincuentes habituales y acabar con la 'sensación subjetiva de inseguridad'.