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Ramoncín revisa 'sin nostalgia' sus veinte años de carrera

Un doble CD recopila 25 canciones grabadas entre 1978 y 1990

'Entre 1978 y 1990 grabé 12 elepés, pero aquí he querido incluir no sólo las canciones más conocidas, sino algunos directos y rarezas', explica Ramoncín. 'He elegido versiones distintas a las que aparecían en el disco. Sé que los fans podrían haber preferido ésas, como las del álbum Arañando la ciudad, del que he escogido versiones alternativas que tenía yo grabadas'. Todo esto lo dice sin mucha ilusión. 'Lo de la antología es, en realidad, una excusa para meter unos cuantos temas nuevos', añade.

Ramoncín mira hacia atrás sin ira, sin nostalgia, quizá con cierta displicencia. Eso de la movida madrileña le parece hoy un fraude. 'No tengo nostalgia de los años ochenta, los veo con un sentido crítico', insiste. 'Tengo más nostalgia de los setenta y de la música que se hacía entonces. No se puede comparar la incultura de los grupos españoles de los ochenta, que se interesaban sólo por lo que ellos hacían y miraban lo anterior como algo ya pasado, con las bandas que en los setenta tenían ganas de saberlo todo. Los de ahora simplemente no saben dónde están'.

Hace salvedades. 'No se puede perdonar que gente como Asfalto, la Compañía Eléctrica Dharma o Pau Riba caigan en el olvido. La mayoría de la música de los ochenta era muy repetitiva, salvo la de algunos como Nacha Pop o Loquillo. Lo que se llamó la movida quedó en nada porque la mayoría se lo tomaba como un juego y no grabó más que un disco o dos para después abandonar'.

Las nuevas canciones de Ramoncín son una muestra de su férrea fidelidad al rock and roll más clásico. 'El rock es rock, aunque se cante en castellano.En EE UU piensan que todo lo que se canta en español es necesariamente latino, pero no es así. Lo que yo hago sigue siendo rock, no hago lo de Maná, por ejemplo'.

Con este trabajo en el mercado y con material nuevo, Ramoncín se prepara para volver a actuar. 'Desde 1974 a 1993 toqué sin parar. Sólo he estado dos años, del 93 al 95, sin hacerlo. El rock es lo que más me gusta, con éxito o sin éxito, es algo que no pienso dejar'.

'Yo me divierto trabajando, sean discos, conciertos, libros o mi trabajo en radio y televisión', continúa. Esto último, su papel de 'comunicador' y polemista es lo que la gran mayoría conoce más de este músico. Ramoncín admite que la fama que ha adquirido lo fuerza a situaciones desagradables. 'Es una paradoja, porque me gusta que el público me reconozca, pero no soporto la fama. Si pudiera saldría a la calle cada día con una cara distinta. Abomino de la fama y en los últimos tres meses me he visto expuesto a una persecución tan espantosa que me ha hecho ver las miserias de los famosos. Yo no voy a fiestas ni tengo yates. Me siento suficientemente feliz si me compro un disco y un libro con 5.000 pesetas. Pero la gente no valora esas cosas ni el esfuerzo de tu trabajo. Si te exponen en televisión te pringas mucho'.

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