Fungairiño, 'la antena del Cesid'

La supuesta falta de consideración -grave o leve-, al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, procede de algunas notas de Garzón o del relato de la autora relacionado con la actuación del polémico fiscal en el caso Pinochet.

Así, Garzón se queja en sus notas de que 'se pueden contar con los dedos de las manos' las veces que, en dos años, el fiscal ha acudido a las declaraciones del caso Pinochet.

En otro momento, el libro presenta la 'fluida avenencia' entre la fiscalía y el Cesid: 'Fungairiño quizá no sea un hombre del Cesid, pero sí es el hombre del Cesid en la Audiencia Nacional. Eficiente antena que les facilita toda suerte de información. Dos miembros de La Casa acuden periódicamente a la quinta planta de la audiencia, donde se ubica la fiscalía, a buscar datos para sus pesquisas. Datos de los sumarios en marcha que los fiscales conocen porque son parte en todo litigio, pero que pueden estar en fase secreta. Sin embargo, los espías del Cesid meten ahí sus narices. Los fiscales tienen orden de Fungairiño de recibirlos a carpetas abiertas, porque no son unos fisgones cualquiera. Son nuestros servicios de inteligencia, dependen de Presidencia del Gobierno y los fiscales somos el brazo legal del Gobierno...'.

Dentro de la misma falta de consideración de carácter grave o leve el instructor de las diligencias incluye además de a 'miembros del ministerio público' y a 'otras personas con relevancia en la vida pública'. En realidad se refiere a un párrafo dedicado al ex presidente del Gobierno Felipe González: 'Nunca podrán encontrar pruebas'. Lo dijo Felipe González. Y no es que no las haya. Es que siempre se adelantará la trituradora. O el dinero enmudecedor de bocas'.