De los 12 hospitales públicos que deberían tener resonancias privadas sólo tres disponen de equipos
'Las empresas que se presenten al concurso deberán estar en condiciones de prestar el servicio en la fecha prevista de inicio defectivo del contrato, es decir, el 1 de enero de 2001'. El punto 4.4 del pliego de cláusulas del concurso sobre las resonancias fijaba el plazo de principios de año para los equipos a instalar en hospitales. A mediados del mes de febrero, son sólo tres los hospitales que cuentan con los equipos de resonancia magnética nuclear en los propios centros prestando servicio, y de ellos, el hospital General de Valencia ya contaba con las resonancias instaladas antes del concierto. Los otros dos son el hospital Clínico de Valencia, con dos equipos, y el General de Alicante, con uno, según fuentes sanitarias. El pliego sólo deja un hueco para excusar retrasos, que la demora 'se deba al retraso en las obras de adecuación y se demuestre que es por causa ajena al contratista'. Este diario solicitó ayer, de forma infructuosa, información a Sanidad para saber la causa del retraso de la puesta en marcha de los equipos. La resolución de Sanidad que abrió la puerta a los equipos de resonancia privados en hospitales amplió los cálculos de los cuatro centros que inicialmente iban a albergar resonancias a 12. En la adjudicación, Sanidad cedió a Eresa, en las provincias de Castellón y Valencia, e Inscanner y Beanaca, en Alicante, la explotación de las exploraciones de pacientes de la sanidad pública hasta 2008.
Sin fecha
La mayoría de los hospitales que aún no cuentan con equipos carece de fecha para su puesta en marcha. Entre ellos se encuentran el hospital de Gandia, el General de Castellón, los centros de Alcoy, Xàtiva, Vila-real, Sagunto o el Arnau de Vilanova de Valencia. A este hecho se suma que gran parte de los jefes de servicio de radiología implicados no han sido consultados.
En el hospital La Fe de Valencia la falta de espacio forzó el desalojo del Centro Nacional de Dosimetría para habilitar los locales para los tres equipos de resonancia que entrarán en breve en funcionamiento. Parte de los trabajadores del centro de referencia nacional se encuentran en edificios prefabricados a la espera de ubicación definitiva. Otros de los centros en los que se conoce la situación de los equipos son los que se instalarán en Gandia o y el hospital General de Castellón. En Gandia se situarán en el segundo sótano, parte del cual se emplea como almacén. En la construcción inicial, el sótano estaba destinado a ser un aparcamiento subterráneo, pero se desechó la idea por motivos de seguridad. En el hospital General de Castellón se encuentra en obras la zona destinada a albergar las resonancias. Se trata del lugar donde se encontraban los archivos de historias clínicas pasivas, que han sido trasladados a un local frente al hospital, en un antiguo edificio militar. La resonancia del hospital de Xàtiva está pendiente de las obra de remodelación previstas en el centro. Hace dos semanas, personal de Eresa, la empresa adjudicataria del servicio, acudió al centro a identificar espacios acompañado de la directora.
En Alcoy, el emplazamiento definitivo de los equipos está pendiente de determinar ya que depende de la reforma del hospital, prevista para este año. Otro centro que espera remodelaciones es el de Elche, concretamente, el traslado del servicio de anatomía patológica, pero el cambio de ubicación plantea problemas de espacio, lo que está dificultando la instalación de los equipos de resonancia. En centros como el Arnau de Vilanova aún no han empezado las obras. Sí lo han hecho en el hospital de Sagunto, donde las exploraciones se situarán en un ala adicional situada entre los servicios de radiología y urgencias. Otro de los hospitales que requerirá nueva edificación es el centro de Vila-real pese a tratarse de un edificio que entró en servicio hace escasos dos meses.
La diputada socialista María José Mendoza denunció ayer no sólo el retraso, sino la 'ruptura de unidad' del servicio de radiología que provoca la privatización de las exploraciones, un peligro que se extiende hacia la 'asistencia, docencia e investigación'. La diputada destacó los problemas que pueden derivarse de centrarse excesivamente en las resonancias y abandonar otras técnicas, además de señalar que el 'monopolio' con el que cuentan las adjudicatarias puede 'condicionar' la prestación que ofrecen.
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