Juan Villalonga, consejero de Univisión, la primera cadena de televisión de habla hispana de EE UU
El 27 de julio de 2000, Juan Villalonga hacía su última aparición pública con motivo del entierro de su madre. Un día antes había abandonado oficialmente la presidencia de Telefónica. El relevo lo tomó uno de sus consejeros, César Alierta. Desde entonces, el que fuera responsable de la mayor empresa española ha permanecido alejado de la opinión pública en un retiro voluntario en Estados Unidos, a caballo entre las ciudades de Los Ángeles y Miami.
Villalonga reapareció tras siete meses de ostracismo. El consejo de Univisión, la mayor cadena de televisión de habla hispana y la quinta de Estados Unidos, anunció su nombramiento, por unanimidad, como miembro del máximo órgano dirección, incrementando hasta ocho el número de consejeros.
'Estoy encantado de que me den la oportunidad de formar parte de una compañía como esta, con una reputación sin comparación en la industria de los medios de comunicación', dijo Villalonga en un comunicado emitido por la compañía.
Apoyo de los fondos
El ex presidente de Telefónica ha sido aupado al consejo con el apoyo de los fondos de inversión institucionales como Janus Capital o Goldman Sachs que, junto a otros inversores institucionales, controlan el 40% del capital de Univisión, según indicaron algunos de sus allegados.
No es de extrañar. Villalonga mantuvo una relación muy estrecha con los responsables de los fondos, accionistas de Telefónica, durante los años que presidió la operadora e incluso recabó y consiguió su apoyo -mediante la delegación del voto en las juntas de accionistas - en los momentos más difíciles al final de su gestión, cuando desde el Gobierno y los medios de comunicación afines al mismo se realizó una campaña para forzar su marcha.
Según las fuentes citadas, otro de sus valedores ha sido Jerrold Perenchio, el presidente de Univisión desde el pasado mes de agosto, y con quien Villalonga mantiene amistades comunes del ámbito Televisa -que posee el 7,7% de Univisión- y que el ex presidente de Telefónica conoce a fondo gracias a su trayectoria profesional y, especialmente, por su relación sentimental con Adriana Abasca, la viuda del magnate Emilio Azcárraga El Tigre, dueño del imperio televisivo mexicano. 'Juan es un curtido estratega con una visión global y una ejemplar y exitosa trayectoria en los negocios', dijo Perenchio.
El máximo responsable de Univisión, que copa el 90% del mercado de habla hispana en EE UU, tras alabar la trayectoria profesional de Villalonga y su experiencia en el negocio de los medios de comunicación, no sólo le reconoció su papel como 'visionario del avance de la comunidad hispana', sino como el creador de Terra Lycos.
'Durante mucho tiempo he sido un admirador de Univisión y de su equipo gestor y espero contribuir al futuro crecimiento del grupo', respondió Villalonga.
La entrada en el consejo de Univisión no es la primera oportunidad profesional que le surje a Villalonga, que ha rechazado varias ofertas para ocupar cargos en multinacionales norteamericanas, así como otras de asesoramiento externo.
Villalonga las rechazó todas, y prefirió 'recuperarse del mazazo psicológico que supuso su salida de Telefónica, y darse cuenta de que su papel, a partir de entonces, tendría que ser muy distinto', dijo uno de los escasos miembros de su anterior equipo directivo que ha estado en contacto con él durante estos meses.
Villalonga salta a la palestra en un negocio del que la operadora no es ajeno, pues no en vano Telefónica Media se fijó como una de sus prioridades la entrada en el mercado hispanohablante en EE UU, y llegó a coquetear con la propia Univisión.
Telefónica ha entrado recientemente en México, una de sus asignaturas pendientes históricamente, con la adquisición de cinco operadoras de telefonía móvil, propiedad de Motorola.
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