El 'ministro catalán' crispa a los empresarios

El mundo económico catalán interpretó ayer el anuncio de que el AVE no llegará al aeropuerto 'como un intento deliberado de perjudicar a Barcelona por parte del Gobierno'. El ministro de Exteriores, Josep Piqué, recibió ayer críticas de algunos empresarios que acudieron a un almuerzo celebrado en la sede de Fomento del Trabajo Nacional, la gran patronal catalana. En el encuentro participaron los presidentes del llamado G-16, un organismo compuesto por las 16 entidades civiles más antiguas y representativas de Barcelona.

Entre los asistentes al almuerzo destacaron el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Antoni Negre; el de Fomento del Trabajo, Juan Rosell; el del Círculo Ecuestre, Carlos Güell, y el presidente del Círculo del Liceo, Joan Anton Maragall, entre otros. También participaron en él Pedro Fontana, Carlos Tusquets y Enric Corominas, los tres ex presidentes del Círculo de Economía.

Fomento del Trabajo, en cuya sede se organizó el almuerzo con Piqué, guardó silencio

Piqué justificó la postura del Ministerio de Fomento y los asistentes al almuerzo acordaron sellar un pacto de silencio sobre el contenido de las intervenciones que se produjeron en este encuentro. Algunos de los presidentes convocados acudieron a la sede de Fomento dispuestos a pedir explicaciones al ministro catalán del PP. El malestar había ido creciendo a lo largo de la mañana, y los empresarios reaccionaron con mayor disgusto tras conocer de primera mano la postura del Gobierno.

La Cámara de Comercio difundió un comunicado en el que la institución afirma que el Gobierno está en un 'gravísimo error' al tomar una 'decisión adversa' para la economía catalana y española en general. Según la cámara, si el AVE no llegara al aeropuerto se pasaría por alto la línea marcada por la Unión Europea, que propugna redes transeuropeas de transporte, energía y telecomunicaciones, para lo cual se requiere la integración de la alta velocidad ferroviaria y los aeropuertos. Conclusión: 'Sería dejar a Barcelona fuera del mapa de Europa'.

El llamado G-16 está formado también por el Ateneo de Barcelona, el Círculo Artístico, el Centro Excursionista de Cataluña, el Club de Polo, el Real Club Deportivo Espanyol, el Fútbol Club Barcelona, el Círculo de Economía, el Real Automóvil Club de Cataluña, el Tenis Barcelona y el Orfeó Català.

La lluvia de críticas y de augurios catastrofistas sobre el impacto económico y social que supondría saltarse el aeropuerto de Barcelona no se detuvo a lo largo del día de ayer. Con una excepción: la patronal catalana Fomento del Trabajo prefirió guardar un cauteloso silencio, pese a los reiterados intentos de este diario para conocer su opinión sobre la polémica cuestión.

Otras entidades empresariales que no pertenecen al G-16 salieron al paso del anuncio del Gobierno. Entre ellas, la Cámara Oficial de Contratistas de Cataluña, que consideraría una 'injustificable visión de futuro' y 'una grave irresponsabilidad en perjuicio del potencial de crecimiento de la economía catalana y española' que el AVE no pasara por el aeropuerto. A juicio de los contratistas, se perdería una oportunidad 'para consolidar en el territorio una plataforma logística de primer orden, que combine las diferentes formas de transporte, como ferrocarril, transporte aéreo, por carretera y marítimo'.

Por su parte , la patronal CECOT, de Terrassa, optó por la prudencia a la hora de pronunciarse sobre el trazado del tren de alta velocidad, informa Cristina Andreu. El presidente de esta patronal, Eusebi Cima, defendió la necesidad de una parada en el Vallès: 'La consideramos imprescindible respecto a la recogida de pasajeros, que pueden ser prácticamente de toda Cataluña por la fácil accesibilidad de la ubicación de la estación'.

Pimec-Sefes tampoco ocultó su disconformidad con el Gobierno: 'No tiene lógica que los vuelos internacionales se concentren en Madrid. Este país debería tener dos aeropuertos internacionales', dijo el presidente de la patronal, Josep González.