Zaplana propone una cesión del 50% del IRPF y prevé un difícil acuerdo

Eduardo Zaplana, durante un encuentro con la prensa que celebró horas antes de presentar su libro,volvió a ejercer de avanzadilla del Gobierno central sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que defenderá el PP: cesión de los impuestos especiales y de una parte del IVA minorista a las comunidades. Y como novedad, se inclinó por aumentar al 50% la actual cesión del 30% del IRPF que gestionan las autonomías.

El interés de la propuesta de Zaplana radica en que cuenta con el beneplácito del Gobierno. 'Entiendo que sí, porque no me han dicho lo contrario', dijo. Y además indicó que lo razonable es que la negociación del nuevo modelo de financiación sea entre comunidades y no entre los partidos partidos. Reconoció, no obstante, los obstáculos de una negociación que enfrenta los intereses de las comunidades mediterráneas (partidarias de primar el índice de población) con los de las mesetarias (que apuestan por la extensión territorial), lo que se traduce en conflictos internos en los propios partidos políticos. Por eso auguró una negociación muy difícil.

La presentación, horas más tarde, de su libro El acierto de España fue un espaldarazo al modelo de financiación que propone el presidente de la Generalitat valenciana -el vicepresidente económico del Gobierno central, Rodrigo Rato, no dudó en asumir esa propuesta como suya- y, de paso, la presentación de credenciales de Zaplana como posible candidato a la sucesión de Aznar. El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, fue claro cuando afirmó con sentido del humor: 'Si esto fuera sólo la presentación de un libro...'.

El abogado y en su día ponente constitucional Miquel Roca compartió honores con Rato y Bono en la presentación de la obra. Y a los tres se refirió el presidente valenciano como 'grandes espadas' de la política española.

Roca subrayó la novedad que entraña que un presidente autonómico en ejercicio formule una propuesta de financiación para el conjunto del Estado y subrayó la voluntad expresa de Zaplana de 'proyectar' el desarrollo del Estado de las autonomías hacia el futuro, sobre todo en lo relativo a las relaciones con la Unión Europea.

Zaplana se mostró discreto. Bromeó con el editor del libro y apostó por alcanzar un acuerdo de consenso sobre la distribución de los fondos del Estado.

Junto a él estaban también el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, los ministros implicados directamente en el debate de la financiación autonómica Cristóbal Montoro y Jesús Posada, su amigo y ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas. El secretario general del PP, Javier Arenas; la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, y el presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, se sentaron asimismo en primera línea. Al igual que el arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco; el director general de la Policía, Juan Cotino, y el hijo de Adolfo Suárez. El ex presidente del Gobierno prologa el libro de Zaplana.