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CHARLA DEL ESCRITOR EN LAS CORTES | CULTURA

'La transición empezó con el '600' y acabó con Tejero', según Vicent

'Franco murió atropellado por el 600'. El periodista y escritor Manuel Vicent aseguró ayer con esta gráfica expresión que la transición se inició a finales de los años cincuenta, cuando 'unos jóvenes muy listos' le explicaron a Franco lo de la oferta y la demanda. Esto permitió los primeros movimientos de apertura del régimen, que terminó hace 20 años con el fracaso del golpe de Estado de Tejero. Vicent pronunció una charla en las Cortes Valencianas dentro de los actos del vigésimo aniversario del Estatuto.

Con su casi imperceptible perilla, su mirada inquisitiva y su ironía, Manuel Vicent (Vilavella, 1936) pronunció la charla Rehacer la crónica; hacer la transición, incluida en el ciclo que, con el lema La imagen parlamentaria en la sociedad contemporánea han organizado las Cortes Valencianas para celebrar los 20 años del Estatuto de Autonomía.

La charla estuvo repleta de imágenes, de flashes que permitieron a los asistentes hacerse una idea muy clara de la visión que Vicent tiene de la reciente historia española. Una visión condicionada por su trabajo como cronista parlamentario en los primeros años de la democracia, pero, sobre todo, por su indudable adscripción progresista. Una visión lúcida y desmitificadora que no deja títere con cabeza.

Para explicar lo difícil que es saber lo que le ha pasado a España en las últimas décadas Vicent recurrió a Josep Lluís Sert, autor del pabellón español en la exposición de 1937 en París en el que se expuso por primera vez el Guernica de Picasso. Con motivo del regreso a España del famoso cuadro, Sert le comentó que en las reuniones del célebre Cafe de Flore parisiense en las que Picasso, Buñuel, Breton, Tzara y muchos otros comentaban los sucesos de la guerra, se hablaba de la importancia que había adquirido el Guernica como símbolo contra el fascismo internacional. Y que ninguno de ellos, 'ni el más surrealista', habría imaginado que el cuadro volvería a España con un Borbón en el trono, con un presidente llamado Calvo Sotelo y con Dolores Ibárruri, Pasionaria, sentada en el Congreso.

La transición se inició, explicó Vicent, porque con la autarquía, aquello de Desde el imperio hacia Dios había quedado en la ruina y obligó a la dictadura, hasta entonces 'apalancada primero por las bases americanas y después por el Concordato -ya se sabe que el Espíritu Santo va un poco detrás del Pentágono-', a abrir la mano. Llegaron los electrodomésticos, el 600 y el turismo; empezó a 'fabricarse el progresismo', luego vino Mayo de 1968 y después las inicipientes libertades. Pasó por alto Vicent la muerte del dictador para explicar el ambiente que se vivía en el Congreso de los Diputados cuando, el verano de 1977, llegó con el encargo del entonces director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, de escribir la crónica parlamentaria.

Un trabajo que le permitió contemplar las Cortes como un espectáculo y conocer a significados protagonistas de la reciente historia española, siempre desde su particular visión: Suárez ('un actor secundario de película de romanos' cuyo gran patrimonio es el vídeo del 23-F); Gutiérrez Mellado ('el único militar que ha podido demostrar en directo que era valiente'); Fraga (que era como 'el hijo gordo de Bonanza', el 'toro nacional que entra a todos los trapos'); Carrillo ('disfrazado de lagarterana por Madrid'); Tierno Galván ('se hizo su propio entierro'); y Felipe González (cuya historia ideológica está marcada por la longitud de sus patillas: 'A medida que ascendía hacia el poder, sus patillas abandonaban las mejillas y se acercaban al lóbulo de la oreja'). No mencionó a Aznar.

Vicent concluyó con una advertencia: en las Cortes antiguas había 'adversarios pero amigos' y eso 'funcionó' en los primeros años de la transición. 'Lo que ahora veo es que volvemos a las andadas de dividir a los políticos en amigos y enemigos'.

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