El PP dictamina a favor del plan de la Ciudad de la Luz pese a los reparos de los técnicos

El plan especial diseñado por la Consejería de Obras Públicas y Urbanismo para ordenar el sector de la Ciudad de Luz de Alicante -ahora llamada Ciudad del Cine- obtuvo ayer un dictamen favorable del Ayuntamiento de Alicante (PSPV y EU, en la oposición, votaron en contra), a pesar de que los técnicos municipales y de Costas han plasmado en sendos informes diversas deficiencias. Entre otros reparos, los técnicos advierten de que el plan prevé dotaciones hoteleras junto al mar, en zona de servidumbre de protección, y de que no ordena la edificación.

En su informe al plan especial de la Ciudad de la Luz, el director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, Fernando Marín Castán, subraya que varios de los usos previstos por el planeamiento -zonas verdes, protección litoral, residencial y hotelero- están afectados por la servidumbre de protección que establece la Ley de Costas. Si bien el plan de la Consejería de Urbanismo prohíbe expresamente las edificaciones residenciales en primera línea de costa, no ocurre lo mismo con las dotaciones hoteleras, cuya autorización se reserva el Consell. En otras palabras: El Gobierno de Eduardo Zaplana podrá autorizar hoteles junto al mar.

Advierte Costas de que el plan especial contiene previsiones de obras 'con incidencia en el dominio público marítimo-terrestre', tales como una estación de elevación de aguas marinas y un colector de vertido de pluviales al mar.

Los técnicos municipales, por su parte, denuncian en su informe que el plan especial 'carece' de previsiones para ordenar la edificación, lo que 'impide una necesaria visión de conjunto de la imagen final de la actuación'. Como consecuencia de la falta de ordenación del conjunto, el plan especial no establece, según los técnicos, 'un régimen definido para autorizar las edificaciones', lo que puede acarrear 'conflictos competenciales e interpretativos' a la hora de otorgar las licencias de obras. Dicho de otra forma: los técnicos del Ayuntamiento consideran que el planeamiento atenta a la autonomía municipal. Y lo que es más grave: tal y como está diseñado el plan, los planeamientos parciales no permiten ni su debate ni su exposición pública. El jefe del servicio municipal de Urbanismo y el responsable de la Oficina del Plan General sostienen en su informe que el Ayuntamiento debe poder pronunciarse sobre la ordenación de conjunto de cada zona, 'sea cual fuere la forma que se dé a ésta, antes del otorgamiento de licencias de edificación'.

Con los votos mayoritarios del equipo de gobierno, del PP, y contrarios de la oposición (PSPV y EU), la comisión municipal de Urbanismo dictaminó ayer a favor del plan especial, que será aprobado en el pleno ordinario de marzo.

El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Pina, aseguró que dicho plan contiene tantas deficiencias que debería retirarse. Los socialistas se han opuesto al plan de la Ciudad de la Luz desde su origen, cuando el PP eligió para construir el complejo de ocio un suelo calificado como hito paisajístico. El PSPV denunció luego que la expropiación forzosa de los terrenos que realizó la Consejería (alrededor de dos millones de metros cuadrados) tendría que haberse justificado por una finalidad social y ésta debe ir ligada a un proyecto concreto. Cuando el PP expropió, según Pina, no había proyecto, sino una idea variable.

La portavoz de EU, Camino Remiro, pidió en la comisión que se retirara el plan especial porque 'hay deficiencias técnicas de calado', como sostienen los expertos y 'como recoge el propio concejal de Urbanismo [José Luis Pamblanco] en su moción'. Para la edil de EU, el plan especial 'debería pasarse' al equipo que está redactando la revisión del Plan General de la ciudad, cuyo director, Lluís Cantallops, ha declarado que en la zona donde se construirá la Ciudad de la Luz hay que ser extremadamente prudente, por su gran impacto ambiental.

Para la oposición -el concejal de Urbanismo no atendió ayer a los medios de comunicación- la aprobación del plan especial refleja la 'absoluta sumisión' del PP de Alicante a los proyectos diseñados por el Consell.