El Congreso insta al Gobierno a impulsar la lectura sin exigirle un compromiso de gasto

La proposición de CiU, muy aplaudida por todos, recogía la salomónica decisión de, por un lado, no hablar de dinero (lo que satisfizo al PP) y, por otro, recordar los incumplimientos del Gobierno, pues en 1999 el Congreso aprobó una iniciativa similar a la de ayer que quedó sólo en una declaración de intenciones (lo que fue bien visto por los grupos de la izquierda parlamentaria).

La diputada del PP Beatriz Rodríguez Salmones defendió la proposición de su grupo y justificó que no recogiera ninguna propuesta de gasto porque primero hay que analizar el problema. 'Primero hay que elaborar el plan y luego ver qué necesidades financieras tiene', aseguró.

Amparo Valcarce subrayó, al defender la proposición socialista, que el 51,8% de la población reconoce no leer nunca o casi nunca y que, de este colectivo, un 15% dicen tener titulación universitaria. Este 'déficit histórico' se traslada en que esas familias tampoco incitan a la lectura a sus hijos. La diputada socialista recordó que el profesor Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, director del Dictamen de la Comisión de Humanidades aprobado en las Cortes, aseguró que 'todo plan de humanidades se resume en tres palabras: leer, leer y leer'. Por eso su grupo pidió mejor trato para los libreros y un plan trianual de bibliotecas escolares y de barrio en colaboración con las comunidades autónomas con una financiación de 10.000 millones de pesetas.

El diputado catalán Ignasi Guardans recordó el plan aprobado el 23 de febrero de 1999 y que aún no se ha cumplido. Dijo que en ese plan se pedía mejorar la fiscalidad del libro, se proponía poner en marcha un plan de fomento de la lectura, se defendía el precio fijo de los libros de texto para garantizar la competencia del sector y se pedía apoyo para los derechos de propiedad de los autores. La diputada del PP se refirió muy veladamente a las medidas adoptadas por el Gobierno para facilitar la venta de libros de texto en las grandes superficies. Dijo que el objetivo fue facilitar el acceso a los libros de texto a las familias sin analizar su impacto en los libreros.