Más vacas
Si la enfermedad de las vacas locas se hubiese producido un siglo atrás, se estaría hablando de cientos de muertos, por decir una cantidad. Pero, afortunadamente, los conocimientos que tenemos hoy nos han permitido detectar la enfermedad, saber de dónde proviene, cómo se desarrolla, de qué se compone y cómo combatirla.
Sabemos que proviene de los alimentos o harinas que se les suministra a las vacas, alimentos que contienen restos de las propias vacas en malas condiciones.
Sabemos que es mortal para las vacas, que es transmisible al ser humano, produciéndole también la muerte (en Inglaterra van 85 muertos).
Sabemos que donde aparece un caso tiene que ser sacrificada toda la cabaña que tenga tres años o más; que la enfermedad puede estar incubándose 10 años.
Y mientras todo esto ocurre, este Gobierno y sus miembros se dedican a silenciar, ocultar, desinformar y escurrir el bulto para mantener lo mejor posible el tipo.
¿Por qué tienen que producirse muertos para que se tomen medidas rápidas y contundentes? Que eviten que la historia se escriba con más muertes.- Ángel Cotán Fernández. Dos Hermanas (Sevilla).
La crisis de las vacas locas está poniendo a prueba la capacidad de nuestros gobernantes para hacer frente a situaciones de grave emergencia sanitaria. Sin embargo, resulta contradictorio comprobar que situaciones sanitarias más propias del siglo XIX no hayan conseguido todavía respuesta en Andalucía. En pleno centro de Tomares, junto al flamante Polideportivo Mascareta, recientemente inaugurado por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, existe una vaquería ilegal, sin licencia municipal, cuya clausura ha ordenado el Defensor del Pueblo hace más de cinco años, lo mismo que la Delegación de Salud. Sin embargo, las vacas siguen campando por sus respetos, atravesando una arteria tan principal como la avenida de Andalucía y adornando de boñigas los alrededores del nuevo polideportivo. Todo ello con el consabido foco de infección y atentado permanente contra la salud pública. Si nuestras autoridades no saben controlar este tipo de situaciones, ¿cómo van a controlar a las vacas locas?-
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