La Sindicatura de Cuentas hace llegar al Parlament su queja por falta de recursos

La Sindicatura de Cuentas, el órgano que fiscaliza las cuentas de la Generalitat y sus entidades dependientes, ha hecho llegar al Parlament su queja por la falta de recursos con que trabaja. En su memoria anual remitida a la Cámara, la Sindicatura hace constar que necesita más auditores para poder realizar su trabajo, y acompaña su exigencia con varios gráficos que reflejan la escasez de recursos económicos.

Según los datos aportados por la sindicatura, Cataluña es la comunidad que destina al organismo fiscalizador un porcentaje más reducido de su presupuesto. En el año 2000, las sindicaturas vasca y navarra, por ejemplo, obtuvieron un presupuesto que, en términos relativos, casi triplica el de la sindicatura catalana. El informe subraya que el resto de comunidades que disponen de un órtano equivalente a la Sindicatura de Cuentas también tienen más recursos en términos relativos que Cataluña.

La falta de recursos ha sido uno de los motivos esgrimidos por la sindicatura para explicar el retraso en la elaboración de los informes solicitados por el Parlament. En ocasiones se han entregado estudios a la Cámara catalana con más de 500 días de retraso, como sucedió recientemente con la auditoría de las cuentas de la Generalitat del año 1997. A pesar del retraso, esta auditoría todavía no ha sido estudiada en la comisión parlamentaria de la sindicatura.

El informe remitido al Parlament advierte de que si no se contrata a nuevos auditores, la sindicatura únicamente podrá dar respuesta a los trabajos sugeridos por el Parlament, lo que reduciría la 'libertad de la sindicatura para determinar las fiscalizaciones'.

Ferran Termes, síndico mayor a propuesta de Unió Democràtica (UDC), ha abierto además una crisis en la institución al expresar su deseo de dejar el cargo este mismo mes, a pesar de que el pasado octubre fue reelegido por un periodo de cinco años.