Un joven sobrevive al terremoto indio tras ocho días entre los escombros
'Nos percatamos de que estaba allí cuando empezó a tirar piedras', declaró la mujer. 'Creyó que [el terremoto] se trataba de una bomba y corrió a buscar refugio en un cobertizo cercano al pozo, al que terminó cayendo'.
A pesar de este rescate casi milagroso, en el resto del Estado de Gujarat las excavadoras se han puesto ya en marcha, los soldados han comenzado a fumigar para evitar la difusión de enfermedades y los sacerdotes hindúes culpan del desastre a pecados 'más negros que el rímel'.
En la polvorienta ciudad de Bhuj, prácticamente arrasada por el temblor, el olor de los desinfectantes empezó a superponerse al hedor de los cuerpos en descomposición. Algunas tiendas abrieron y la gente empezó a moverse en coches y motos por primera vez desde que se produjo el siniestro, el pasado 26 de enero.
Un agente de viajes hacía negocios sentado en la acera. Otros amontonaban equipaje en coches o permanecían con sus maletas al borde de la calzada a la espera de que alguien les ofreciera una plaza para salir del Estado y dirigirse a casa de algún pariente en lugares más seguros.
Vendedores ambulantes ofrecían té y una vendedora, Channa Ben Bagri, encontró numerosos compradores para sus verduras. 'Empecé a vender verduras hace dos días. He sacado casi mil rupias (unas 3.500 pesetas) diarias', declaró Ben Bagri mientras vendía tomates, cebollas y guindillas en su tienda, una sábana extendida en el suelo. Detrás de ella estaba siendo demolido el edificio que un día fue un animado mercado.
A medida que la posibilidad de encontrar supervivientes disminuye, la demolición de edificios y la retirada de escombros y cadáveres se han convertido en prioritarias para intentar frenar la expansión de la enfermedad.
El ministro del Interior de Gujarat, Haren Pandya, dijo ayer que son ya 16.435 los cadáveres recuperados, de los 30.000 en que las autoridades locales cifran las víctimas mortales del terremoto. Los miembros de los equipos de rescate temen la inhalación de materia en descomposición mezclada con el polvo que produce el clima árido del lugar. Los soldados fumigan los escombros a mano, protegidos tan sólo por guantes de goma.
Por su parte, el ministro indio de Desarrollo Urbano, Jagmohan, manifestó que las leyes de edificación se han violado en todo el país. 'La gente no se preocupa, hacen chapuzas... para reducir costes', declaró Jagmohan al diario Times of India.
El Gobierno de Nueva Delhi desmintió ayer que el líder militar de Pakistán, general Pervez Musharraf, vaya a visitar la zona siniestrada tal como habían avanzado algunos medios de comunicación locales.
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