El Likud ordena 'esconder' a su candidato

La plana mayor del Likud ha ordenado esconder a Ariel Sharon hasta después de las elecciones, imponiéndole un cerco de silencio, con el fin de que no cometa errores y haga peligrar la ventaja que tiene sobre el candidato del Partido Laborista y actual primer ministro, Ehud Barak.

'Cuando tú tienes dos dígitos de diferencia, no debes cometer ningún error y no hay, además, ninguna razón para exponer innecesariamente al candidato', aseguraba ayer uno de los responsables de la campaña de Sharon, después de dar orden para que se cancelen todas sus apariciones y declaraciones ante la prensa y la televisión.

Ariel Sharon, de 72 años, se ha recluido en estas últimas horas en su granja de Shikmim, después de asegurar que necesitaba 'algo de tiempo para él y sus pensamientos', y sobre todo para su familia, tras haberse convertido nuevamente en abuelo de dos gemelos, que serán circuncidados el próximo martes, coincidiendo con las elecciones.

La desaparición de Sharon de la escena política ha servido para apoyar la propaganda laborista, que en la recta final se ha dedicado a hacer hincapié en las supuestas enfermedades del jefe del Likud. Según el aparato de propaganda de Barak, Sharon 'sufre pérdida de memoria, muestra síntomas de fatiga y tiene dificultades para concentrarse'.

No obstante, los comentaristas políticos se muestran casi unánimes sobre el resultado. 'Sharon se ha infiltrado en el centro del mapa político, e incluso en los márgenes de la izquierda, como un bombardero fantasma', escribía ayer Chemi Shalev, columnista del diario Maariv. 'Israel se despertará el 7 de febrero, se mirará en el espejo y no dará crédito a sus ojos', aseguraba, adelantando el cambio que todas las encuestas vienen anunciando desde hace semanas. Entonces se verá si Sharon llama a Barak y forma un Gobierno de unidad nacional, tal como ha prometido.