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Reportaje:

Un músico con devoción por la política

El edil socialista de Granada Reynaldo Fernández toca los domingos el órgano en la misa de la iglesia de San Pedro

Militante comunista en los años del franquismo y actual concejal socialista de Juventud y Patrimonio en el Ayuntamiento de Granada, Reynaldo Fernández apenas ha faltado en los últimos 31 años unas cuantas veces a la misa de 12 oficiada en la iglesia de San Pedro, en la capital. La costumbre del edil, al menos a esa hora, no responde a sus convicciones religiosas, sino a una desmedida pasión por la música.

Desde que era un niño, con apenas 11 años, Fernández se encarga de interpretar en el pequeño órgano barroco del templo las piezas musicales que acompañan la liturgia católica. Y su intención es seguir haciéndolo, a pesar de los numerosos compromisos a los que lo somete su cargo municipal.

Porque, antes que cualquier otra cosa, Fernández, de 42 años, se siente músico. 'No soy un político que toca el órgano, sino un músico, que por su mala cabeza, ha entrado en política', bromea el concejal.

En efecto, Fernández apenas lleva un año en la cosa pública. Aunque antes ha desempeñado varios cargos en la Junta de Andalucía que él considera 'técnicos y no políticos'. Durante cuatro años fue el director general de Instituciones de la Consejería de Cultura, desde donde coordinaba todos los museos públicos. También ha sido director del Centro de Documentación Musical de Andalucía, en el que obtuvo plaza fija.

Ni durante su estancia en Sevilla, Fernández dejó de tocar el órgano de San Pedro. 'Entonces, por pura vocación, viajaba a Granada todos los domingos', recuerda. Ahora, sin embargo, sólo se sienta frente al pequeño teclado los dos primeros domingos de cada mes, porque las misas de los otros dos están copadas por sendos coros.

El edil sólo ha faltado a su cita dominical cuando disfrutó de becas de estudio en el extranjero. Fernández es músico y especialista en historia medieval. Ha publicado dos libros y más de 200 artículos sobre la música en Al-Ándalus. Toca el violín, el piano y el clavecín. Pero el órgano le apasiona: 'El problema es que sólo puedes tocarlo en una iglesia. Esto implica que la música debe ligarse a la liturgia, lo que plantea el inconveniente de tener que interpretar obras que no son de tu preferencia. Pero también tiene una ventaja: en la propia estructura de la misa existen pequeños momentos en los que se puede improvisar la música que quieres', explica.

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Los domingos interpreta, fundamentalmente, piezas barrocas y renacentistas entre las que incluye, de vez en cuando, obras contemporáneas. Como organista de San Pedro ha conocido a todos los sacerdotes que han pasado por el templo. Desde el que advirtió las cualidades musicales del niño de 11 años hasta el último, que le felicitó durante la homilía cuando fue designado concejal.

Fernández es una persona culta y sensible que entró en el gobierno municipal con el mandato ya iniciado y al que le ha tocado bailar con la más fea: la movida y el botellón. En este problema 'de difícil solución', ha sabido aportar soluciones imaginativas, aunque su proyecto de ordenanza para prohibir el consumo de alcohol a menos de 100 metros de una vivienda está encontrando trabas constitucionales.

Sin embargo, en Granada muchos consideran que el talento de Fernández está desaprovechado y creen que sería la persona ideal para poner orden en la concejalía de Cultura que en la actualidad desempeña el cuestionado Jesús Valenzuela, del Partido Andalucista. Él prefiere no opinar.

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