Pizarro, futuro hombre fuerte de la eléctrica fusionada

Una de las condiciones impuestas ayer por el Ejecutivo es examinar los consejeros de la sociedad independiente que gestionará los activos que tendrán que ser vendidos por la nueva empresa. Una vez culminada la operación, el escogido por Endesa Iberdrola para dirigir la nueva compañía será Manuel Pizarro, actual presidente de la Confederación de Cajas de Ahorros (CECA), y de Ibercaja. Su nombramiento como presidente de la nueva Endesa-Iberdrola será efectivo a partir de 2003. Pizarro, que ha sido el eterno candidato a los mejores puestos del mundo económico-empresarial, ahora se perfila como uno de los ganadores de toda esta batalla, si finalmente sigue adelante.

Nacido en Teruel en 1951, Pizarro es vicepresidente de Endesa. Considerado como amigo y consejero del presidente de Gobierno, José María Aznar, este turolense siempre ha insistido en su vocación de hombre neutral e independiente de los partidos políticos. El hecho cierto es que Pizarró heredó la presidencia de la CECA en enero de 1998, cuando existía un importante conflicto político. La brusca marcha del anterior presidente, Braulio Medel, dejó un ambiente de crispación en el mundo de las cajas de ahorros, que representan el 50% del sistema financiero español.

A pesar de llegar con la vitola de hombre del PP, el paso del tiempo ha demostrado que ha sabido pacificar la CECA apoyándose en hombres del Partido Popular, pero también en otros del PSOE.

Hombre campechano y defensor de la política social de las cajas, ha sido, en ocasiones, un freno ante el ímpetu dominador de algunos bancos en el mundo empresarial a pesar de su amistad con Francisco González, copresidente del BBVA. Pizarro fue presidente de la Bolsa de Madrid desde 1991 hasta 1995. Licenciado en derecho y abogado del Estado, fue uno de los últimos agentes de Cambio y Bolsa que ingresaron en el parqué madrileño. Durante su mandato al frente de la Bolsa de Madrid fundó el Comité de Vigilancia del Mercado.