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Guterres rechaza la propuesta de Aznar para suprimir los juicios de extradición

El propio Aznar lo destacó en todo momento como un objetivo primordial de esta cumbre, y en una entrevista publicada el domingo en Lisboa por el Diario de Noticias, al señalarle los entrevistadores que Portugal no podría suprimir los juicios de extradición sin introducir modificaciones sustanciales en su legislación interna, el presidente español respondió: 'Todos los países tendrán que hacer ajustes si tomamos como referencia el compromiso europeo de avanzar hacia un espacio judicial común'.

El problema es que la vía europea de avance adoptada por Portugal es poco compatible con la pretensión española de que el acuerdo ya firmado con Italia gane nuevos adeptos, a través de negociaciones bilaterales, hasta convertirse en legislación europea. España ha entablado ya contactos a esos efectos con Alemania, Francia y Bélgica, e intentaba incluir ahora en el grupo a Portugal con especial ahínco debido a que sigue pendiente la reclamación española sobre el presunto etarra José Luis Telletxea Maia, cuya extradición ha sido denegada por la justicia lusa

Además de recordar que la situación de Telletxea será objeto de información durante esta cumbre, el ministro portugués de Justicia, António Costa, afirmó el pasado fin de semana que la cooperación policial y judicial hispano- lusa, 'especialmente por lo que se refiere al terrorismo, es ya muy intensa' y expresó la idea de que Portugal sólo podrá aceptar la supresión de los juicios de extradición que desea España en un contexto europeo y cuando se produzca por iniciativa de Bruselas.Esa es también la respuesta que ayer dio Guterres a Aznar. El primer ministro portugués ya había adelantado que Portugal tiene 'problemas constitucionales' irresolubles para sumarse al acuerdo de cooperación judicial hispano-italiano, porque su legislación es muy garantista de los derechos de los imputados. Al razonar que esa peculiaridad portuguesa tampoco es tan excepcional, Guterres recordó expresamente el caso de Antonio Rosa Casaco, un ex agente de la PIDE, la policía política de la dictadura salazarista, refugiado en España y reclamado sin éxito por Portugal como sospechoso del asesinato de Humberto Delgado.

El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, que se reunió la pasada semana en Lisboa, para preparar esta cumbre, con su homólogo, Nuno Severiano Teixeira, y el de Exteriores, Josep Piqué, que visitó la capital lusa para asistir a una cumbre mediterránea, ya eran conscientes de esta situación y habían aconsejado reconducir la extensión del acuerdo de cooperación judicial hacia la vía europea. 'Este tipo de acuerdo', comentó Piqué, 'conviene que tenga una cobertura europea a fin de que se convierta en legislación capaz de prevalecer sobre las leyes nacionales'. Y esa es la solución que, a la vista del fracaso del enfoque bilateral, se impuso ayer en Sintra.

El propio Piqué anunció anoche, y lo confirmó su homólogo luso, Jaime Gama, que España y Portugal habían acordado crear una comisión para ver el modo de plantear en un contexto europeo la supresión de los juicios de extradición y otras formas de ampliación de la cooperación judicial entre los países miembros de la UE.

A esos efectos, los ministros lusos de Interior y de Justicia mantuvieron el pasado fin de semana en Lisboa contactos con el comisario europeo de Interior y Justicia, el portugués António Vitorino, que, según Jaime Gama, prepara un proyecto de cooperación judicial y tramitación rápida de sentencias.

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