UNL no explica el origen de la prueba que la exculpa del caso 'Proof Spirit'

El trabajador de Unión Naval de Levante que declaró ayer en un juzgado de Valencia tampoco pudo explicar de dónde sacó la empresa el carburante que envió a analizar al Instituto de Técnicas Aeroespaciales (INTA) de Madrid y que causó en 1997 la explosión del barco Proof Spirit en el que murieron 18 trabajadores. Según el análisis de dicho centro, el carburante contenía una mezcla peligrosa de gasolina y gasoil, un extremo que siempre ha negado la empresa suministradora del combustible, la Compañía Logística de Hidrocarburos.

Al término de las declaraciones en el Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia del trabajador de UNL, Jaime Cussac, el fiscal que instruye el caso, manifestó que dudaba mucho que 'algún día se llegue a saber quién recogió la muestra que luego se envió al INTA'.

A día de hoy son pocas ya las diligencias en relación al caso que quedan por hacer. Cussac espera la llegada de Holanda de las declaraciones de un ejecutivo de la empresa constructora del Proof Spirit que marchó a aquel país antes de suceder los hechos. También faltan unos análisis químicos encargados a la policía científica y una prueba pericial reclamada por una de las partes personadas al proceso y que no estuvo presente en el inicio de la causa.