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Reportaje:BALONCESTO

La doble vida de Valdemoro

Concluido el campeonato español, la alero internacional se incorpora cada verano a la Liga norteamericana, en la que ya ha sido tres veces campeona con el Houston Comets

Amaya Valdemoro, la alero del Halcón Viajes Salamanca, es una de las máximas estrellas del baloncesto femenino español. Su presencia en la cancha es tan determinante que se la define como 'una máquina de hacer puntos'. A sus 24 años, ha ganado cuatro veces la Liga y tres la Copa. Además, ha sido internacional en todas las categorías posibles.

Pero Valdemoro, de 1,84 metros, también milita en el Houston Comets, en la WNBA (la NBA femenina); ha ganado tres campeonatos norteamericanos consecutivos y le gustaría poder adornar su ya poblada mano con un cuarto anillo la próxima temporada. Aunque su equipo cuenta con las dos aleros más destacadas del torneo y sus salidas a la pista son escasas, ella siempre aporta la raza y el descaro.

La diferencia entre ambos campeonatos es abismal, según explica: 'La WNBA es otra galaxia. La Liga norteamericana está a años luz no sólo de la española, sino de cualquier otra europea. Se nota sobre todo en el físico, en la financiación y en la forma de vida. Allí están las mejores jugadoras del mundo y te tratan como tal'.

Concluida la Liga española, Valdemoro acude cada verano a su particular cita con la gloria. Así, disfruta durante unos meses del superespectáculo formado alrededor del baloncesto femenino. Y es que la WNBA se ha convertido en un nuevo éxito. Con sólo cuatro años de existencia, se ha convertido en la mejor Liga profesional femenina del mundo y, si al principio sólo había ocho, ahora la disputan 16 equipos.

'Cuando comenzó, en 1997', recuerda, 'se enfocó para que calara en la vida social estadounidense. El dinero lo invirtieron en contratar agencias publicitarias, televisiones y todo lo que pudiera contribuir a que la gente siguiese habitualmente los partidos. Ahora muchas cadenas se pelean por retransmitirlos y hay grandes empresas que pagan muchísimo', asegura. Nada que ver, pues, con la exigua Liga española, en la que el apoyo de las instituciones y los medios de comunicación es casi nulo. Por eso denuncia que muchas jugadoras con proyección abandonan el baloncesto porque tienen la sensación de que su sacrificio no va a tener recompensa. Por ejemplo, su salario en Estados Unidos por jugar durante cuatro meses es similar al que recibe en España por hacerlo todo el año.

Valdemoro quedó impresionada cuando vio por primera vez un pabellón para 14.000 personas abarrotado y comprobó la capacidad de concentración del baloncesto. Algo que en España sólo es posible soñarlo. Más aún, sabe que en algunas ocasiones los clubes españoles han llegado a repartir invitaciones para poder alcanzar un número de espectadores cercano a los mil.

Ese contraste entre las dos Ligas marca su forma de entender su deporte. 'En Estados Unidos la Liga es profesional y en España la mayoría de las jugadoras son amateurs'. 'Deportivamente hablando, el juego es mucho más rápido y la defensa es infinitamente más dura. Además, tener un buen físico es esencial para sobrevivir en la cancha'.

Un balón más pequeño

En este ambiente, el baloncesto se convierte en una forma de vida. Se vive por y para él. La concentración es absoluta, ya que todo el esfuerzo puede perderse en cuestión de minutos. Hasta el balón es diferente: 'Es más pequeño y pesa menos, lo que te permite jugar con mayor rapidez'. Un detalle que, como siempre, está al servicio de la espectacularidad y la emoción del deporte.

'Estoy en la mejor Liga del mundo con las mejores jugadoras del mundo', proclama Valdemoro, pero su sueño sólo lo ha cumplido en parte. Competitiva por naturaleza, quiere demostrar su talento y hacerse un hueco 'de verdad' allí. 'Los primeros años he ido a aprender, ya que pensar que iba a jugar era de tontos. Yo sé que para ser una buena jugadora tienes que desempeñar tu rol en cada circunstancia y en ese momento el mío era el de entrenarme y aprovechar los pocos minutos que me daban', alega. Lo cierto es que, sin saltarse ningún estadio, sin precipitarse, cada vez disfruta de más minutos en el Houston y, lo que es más importante, cuenta con la confianza del entrenador, Van Chancellor.

Además, ha participado en un gran hito en el deporte profesional estadounidense al haberse convertido el Houston en el primer equipo que gana el campeonato cuatro temporadas consecutivas. Una marca que ningún otro estadounidense ha logrado desde que el mítico Boston Celtics de los años 70 encadenara ocho anillos en la NBA.

Valdemoro fue elegida en 1998, a través de un vídeo, por el Houston en la tercera ronda del sorteo universitario. Así, se convirtió en la primera española que fichaba por un equipo norteamericano. Ese año ya ganó la Liga. Después, otras españolas han probado suerte, pero ninguna ha podido triunfar.

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