Clas construirá un gran grupo lácteo en solitario

Ni pactos ni fusiones. Central Lechera Asturiana, tras la celebración en las últimas semanas de su asamblea general, ha descartado poner en marcha estrategias de fusiones o pactos con otras empresas para continuar su línea de crecimiento. La empresa asturiana mantiene el plan de inversiones entre los años 2000 y 2006 de unos 18.000 millones de pesetas de los que ya se han iniciado obras por un montante de unos 8.000 millones.

Para el consejero delegado de la sociedad, Pedro Astals, la compañía no tiene necesidad de buscar un socio extranjero en cuanto ya tiene como accionista a unos de los principales grupos franceses como es Compagnie Laitiére Europeenne. Por lo que respecta al mercado nacional, en los últimos tiempos, desde la empresa se reconoce que se han mantenido conversaciones con otros grupos y que, por unas u otras razones, había claras incompatibilidades para avanzar en la construción de un nuevo grupo más potente. Ante esas circunstancias, desde los órganos directivos de Clas se ha optado, en principio, por seguir su estrategia en solitario de cara a ser la cabecera de un gran grupo en el sector de la leche.

Inversiones para diversificar

Central Lechera Asturiana es uno de los tres grupos lácteos más importantes de España, por detrás de Ebro-Puleva y de Pascual, con una facturación en el último ejercicio de 92.000 millones de pesetas, un beneficio neto por encima de los 6.000 millones de pesetas y un cash flow de 4.000 millones de pesetas. Sin embargo, Clas es mucho más que una empresa en la comunidad autónoma asturiana al suponer uno de los ejes de la actividad económica con una plantilla de 1.400 personas y más de 4.000 ganaderos como socios.

Central Lechera Asturiana se ha enfrentado en los últimos años con diferentes problemas financieros que se saldaron con una ampliación de capital dando entrada en su accionariado a Caja Rural y Cajastur. En este periodo no cuajaron algunas iniciativas como algún tipo de acuerdo con Pascual o un acercamiento con los vascos de Iparlat. Al final, se ha impuesto el desarrollo del plan estratégico de inversiones por un montante de 18.000 millones de pesetas, algo que en algunos medios del sector se ve como una huida hacia adelante pero negado por su consejero delegado y también cuestionado, Pedro Astals.

Hace un año Clas se hizo con la fábrica para elaborar queso fundido que poseía Nestlé en Asturias y con la factoría de Videres en Gerona propiedad del grupo Puleva, donde se han invertido unos 3.000 millones de pesetas para abordar desde la misma el mercado en Cataluña. Junto a estas inversiones del grupo fuera de Asturias, destacan igualmente las realizadas en la cornisa por un montante no inferior a los 5.000 millones de pesetas y donde destaca la construcción de una nueva planta de yogures cuya entrada en funcionamiento se prevé para este ejercicio con una inversión de 3.500 millones de pesetas.

Clas concentra en la actualidad su estrategia fundamentalmente en tres direcciones, todas ellas en el sector lácteo.En leche, el grupo tiene una cuota de mercado del 14%. En yogures mantiene una ofensiva de crecimiento con una cuota nacional en el entorno del 5% y en quesos se halla en expansión con una producción de unas 12.000 toneladas.