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Reportaje:

Ofertas de alto voltaje

El mercado prevé nuevas OPA al final de la batalla por el control de Hidrocantábrico

El recrudecimiento esta semana de la guerra desencadenada hace 10 meses por el control de Hidroeléctrica del Cantábrico (HC) parece anunciar la batalla final para lo que será el definitivo asalto al cuarto productor español de electricidad. Dos ofertas públicas de adquisición (OPA) compiten en este momento por la compañía asturiana. Ferroatlántica, sociedad del Grupo Villar Mir, y la alemana EnBW han ofrecido 19 euros por el 25% de la sociedad, a lo que Cajastur y la portuguesa EDP replicaron el jueves con un órdago por el 100% y a 24 euros.

Y no son descartables otras ofertas. La alemana RWE ha mantenido contactos con los accionistas de la compañía y con las autoridades asturianas y ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su interés en entrar en la eléctrica del Principado. La belga Electrabel, que ya posee el 10% de Cantábrico, tampoco desdeña ampliar su posición.

La pugna por el dominio de Cantábrico alcanza así su décimo mes de hostilidades, en los que la compañía se enfrentó desde el pasado marzo a cuatro OPA -lanzadas consecutivamente por la norteamericana TXU, que luego las retiró; la española Unión Fenosa, que acabó siendo vetada por el Gobierno, y ahora las dos que están en marcha- y a una quinta operación que la eléctrica alemana EnBW no llegó a formalizar en mayo, disuadida por el Ministerio de Economía.

Salida de accionistas

A estos movimientos de sucesivos intentos de control se sumó la salida en julio de dos de los accionistas financieros presentes en el consejo de Cantábrico -La Caixa y Banca Sabadell-, la venta de cuyos paquetes accionariales, que sumaban el 15,26%, permitió a la compañía belga Electrabel hacerse con el 10% de la sociedad y a la norteamericana TXU ampliar su posición del 14% al 19,26%, erigiéndose en primer accionista. Pero desde agosto pasado tanto Electrabel como TXU tienen suspendidos sus derechos políticos como accionistas por la CNMV, que investiga si ha existido una operación concertada entre ambas sociedades para hacerse con la mayoría de Cantábrico burlando la Ley de OPA, que obliga a realizar una oferta pública cuando un accionista supera el 25% de una sociedad cotizada en Bolsa.

Con 2.700 megavatios de potencia, 0,5 millones de clientes y 1.200 empleados, de producirse la fusión de Endesa e Iberdrola, Cantábrico sería un candidato natural a pujar por la compra de los activos que la compañía resultante se vería obligado a vender por imperativos de las autoridades de la competencia. Juan Miguel Villar Mir, presidente de Ferroatlántica, que, en alianza con EnBW, lanzó el 28 de septiembre una OPA sobre Cantábrico, ya ha anunciado que, de hacerse con la compañía asturiana, su siguiente decisión sería intentar la compra por Cantábrico de Electra de Viesgo, filial de Endesa con presencia en Asturias, Cantabria, Lugo y Palencia. En la misma estrategia trabaja la actual dirección de Cantábrico.

La nueva OPA lanzada esta semana por Caja de Asturias en alianza con la compañía lusa Electricidade de Portugal (EDP) ha mejorado sustancialmente la propuesta de adquisición realizada por Ferroatlántica y EnBW porque ha elevado el precio de 19 a 24 euros -el mismo que estuvo dispuesta a pagar Unión Fenosa el año pasado, lo que supone valorar Cantábrico en 451.715 millones de pesetas-, ha ampliado la oferta de adquisición al 100% de la compañía y ha renunciado a cualquier condición restrictiva: no se condiciona ni a la obtención de un porcentaje mínimo del accionariado ni a la supresión del severo blindaje de que está dotada Cantábrico en sus estatutos para defenderse de intentos de control externos.

De modo que cualquier nueva contraopa que se produzca -el plazo concluye el 6 de febrero- deberá mejorar esas condiciones y ofrecer un precio cuando menos superior en un 5% al que plantean Cajastur y EDP; es decir, si se producen nuevas contraopas deberán hacerse al menos por 25,2 euros por acción, lo que supondría valorar la eléctrica asturiana en 474.300,8 millones de pesetas.

Nuevas ofertas

En el sector y en el seno de la propia Cantábrico se trabaja con la convicción de que sí habrá nuevas ofertas, y eso es lo que está descontando el mercado bursátil cuando ha colocado la cotización de Cantábrico en las dos últimas sesiones en el nivel de los 24 euros. Existe, además, la certidumbre de que cualquier nueva contraopa que se produzca no podrá limitarse a mejorar la oferta de Cajastur y EDP con ese 5% adicional que exige la normativa, sino que habrá de alcanzar un precio suficientemente disuasorio para que no quepa ser superado por otros pretendientes y, en su caso, por Ferroatlántica y EnBW, que tiene derecho de réplica. Por lo pronto, la alemana RWE ha dicho que los 24 euros ofrecidos por Cajastur y Electricidade de Portugal (EDP) 'no refleja el valor real' de Cantábrico, lo que ha alimentado la sospecha de que acabará lanzando su propia OPA. La presencia en el accionariado de EnBW de la compañía estatal francesa Éléctricité de France (EDF), titular del 25% de la sociedad alemana, le impediría, al igual que a Electricidade de Portugal, a juicio de Rodrigo Rato, adquirir un porcentaje de capital superior al 3% en una empresa energética española sin consentimiento del Gobierno.

Quién es quién

Los principales contendientes en la batalla por el control de Hidrocantábrico son:

Ferroatlántica

Forma parte del grupo de sociedades propiedad de Juan Miguel Villar Mir, que opera en varios sectores, entre ellos construcción, fertilizantes y promoción inmobiliaria.

EnBW

Es la tercera eléctrica alemana. Tiene una potencia instalada (10.000 megavatios) casi cuatro veces superior a Cantábrico, ventas de 800.000 millones de pesetas y unos beneficios de 70.000 millones.

Cajastur

Es la mayor entidad financiera asturiana y un socio histórico de Cantábrico. Posee directamente el 10%. Y controla indirectamente el 4,36% que posee en la eléctrica el fondo de pensiones de sus empleados.

EDP

Electricida de de Portugal tiene un tamaño cinco veces superior a Cantábrico, un valor en Bolsa de casi 2 billones de pesetas, 13.500 empleados, ventas de unos 500.000 millones de pesetas y unos beneficios de 85.000 millones.

Electrabel

Esta compañía belga está controlada, a través de la sociedad Tractebel, por el grupo francés Suez Lyonnaise des Eaux, de la que La Caixa posee el 1,5%. Suez Lyonnaise des Eaux facturó en 1999 unos 5,2 billones de pesetas y tiene 340.000 trabajadores.

RWE

Es uno de los mayores grupos eléctricos europeos. Acaba de proceder a su fusión con VEW y está en proceso de expansión. Factura del orden de 43.000 millones de euros (7,15 billones de pesetas) y cuenta con unos 17.000 empleados.

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