De Miguel supedita la fusión con la CAM al beneficio de la Comunidad

'Hemos de llevar cuidado y no quemar estos temas', aseveró ayer Julio de Miguel. El presidente de Bancaixa defendió la conveniencia de 'tratar estos temas' con discreción para evitar excesos y radicalismos, y aseguró que las cajas están dando una lección de discreción. De Miguel defendió que cualquier acuerdo debe decidirse por criterios de mercado y los resultados, y aseguró que Bancaixa está perfectamente capitalizada para afrontar una fusión. Los criterios políticos, explicó, 'nunca han llevado a ninguna actuación'.

El presidente del Grupo Bancaixa se refirió a la dimisión de José Antonio Gisbert y reiteró su 'absoluto respeto' ante cualquier decisión de la CAM.

Julio de Miguel hizo estas declaraciones en la presentación de los resultados del Grupo Bancaixa en 2000. El grupo ganó 32.324 millones de pesetas, un 15,34% más que en 1999. Los resultados antes de impuestos crecieron un 36,25%, que supone 57.778 millones. De Miguel explicó que esta cifra se debe a la venta del 50% de la aseguradora Aseval a la compañía Comercial General Norwich Union. Unos ingresos atípicos que el grupo ha destinado en parte a la constitución de Fondos Genéricos.

El margen de explotación creció un 12, 36% por el aumento de las cifra de negocio y la contención de los gastos de explotación. El margen de intermediación creció un 3,75%, debido fundamentalmente a que Bancaixa no ha trasladado de forma inmediata el crecimiento de los tipos de interés a los clientes. En el balance del grupo destaca la evolución de la inversión crediticia, que creció un 20,99%, y el volumen de negocio, que subió un 14,75%. Bancaixa propondrá a la Asamblea una partida de 5.100 millones de pesetas para obra social, un 13,33% más que en 2000. Bancaixa abrió 55 oficinas en 2000. El Grupo tiene 1.088 oficinas.

Julio de Miguel también se refirió a la negociación de absorción de Caixa Carlet y aunque aseguró que Bancaixa está dispuesta a ayudar, defendió que la oferta planteada a la caja de la Ribera ha sido generosa´, pero 'nuestra postura debe tener limitaciones', puntualizó. El presidente explicó que Bancaixa evitará establecer un agravio comparativo frente a otras entidades fusionadas y crear problemas. 'Bancaixa tiene un sistema salarial, de contratación y un resultado exitoso que no podemos poner en jaque por ninguna operación'.

Con estas afirmaciones, De Miguel dejó patente que la oferta realizada a Caixa Carlet no tendrá una variación sustancial con la última. Bancaixa ofrece a la futura fundación de la entidad de la Ribera una dotación única de 300 millones de pesetas y tres edificios . Una propuesta, que se podría retocar antes del lunes, y que no fue votada en el último consejo de administración de Caixa Carlet ante la división de opiniones.

La equiparación laboral de los 88 empleados de Caixa Carlet es otro obstáculo. El comité de empresa espera una oferta de mejora que Bancaixa no parece dispuesta a dar antes del consejo de administración del lunes. En función de la oferta, los empleados fijarán su postura ante la fusión.

Fuentes del sector financiero, sin embargo, se mostraron convencidos de que el consejo aprobará el lunes la propuesta de absorción con los votos a favor del PP y de los trabajadores.