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Profesores debaten en Úbeda la recuperación de los cuentos de tradición oral en el medio escolar

Ginés Donaire

La escuela es el mejor escenario posible para la recuperación y actualización de los cuentos de tradición oral, una tradición que estaba en vías de desaparición por la pérdida de las tertulias hogareñas de la sociedad actual y que ahora se intenta rehabilitar gracias a iniciativas como la del Centro de Profesorado de Úbeda (Jaén), que ha organizado unas jornadas donde se potencia el cuento como elemento de dinamización de la lectura.

Medio centenar de profesores escuchaba con rostro de fascinación el cuento que su compañera, Ana Reyes, una profesora del municipio jiennense de Canena, les relataba y que versaba como una niña ciega y una hechicera. Era una de las clases prácticas del curso en el que se ha pretendido desmitificar que se trate de un género dirigido exclusivamente al público infantil. 'El cuento es para las personas de 0 a 99 años', comentaba Antonia Mulero, coordinadora de este curso donde se intenta familiarizar al profesorado con unos conceptos y unas técnicas poco habituales, que van desde aclarar qué es un verdadero cuento popular a estudiarlos en su composición interna, en sus contenidos, y también facilitar metodologías de búsqueda y de utilización creativa en el aula.

La experiencia de los mayores

El curso, que se extiende hasta el próximo mes de marzo, profundiza sus sesiones prácticas en la aplicación técnicas de rastreo y localización de cuentos arraigados en el acervo cultural de Andalucía. Para ello, ya hay centros escolares en la comunidad que han recurrido a personas de la tercera edad para que entren en las aulas a contar cuentos, en muchos casos con una tradición heredada entre varias generaciones.

Antropólogos y expertos intentan descifrar los símbolos que emiten los cuentos de tradición oral, siempre con la imaginación humana como bandera, para averigurar en qué ritos antiguos se basan o qué costumbres o mensajes trasladan.

En las jornadas han participado activamente miembros del grupo ubetense Malión, organizadores de las maratones de cuenta.cuentos celebradas en Úbeda en los dos últimos años.

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Catalina Atienza y Antonio Guerrero, miembros de Malión, no menosprecian la importancia de la escuela para la recuperación del cuento, pero abogan por abrirse a toda la población. 'Hay que tomar la calle, pues la gente está saturada de elementos visuales', aseguran.

Antonio Rodríguez Almodóvar, ponente del curso, apostó por el medio escolar como 'foco de actualización del cuento' y como el mejor sustituto de las ya extintas tertulias campesinas, familiares y de vecindad. Rodríguez Almodóvar, defensor del estilo natural para contar los cuentos, resaltó la aportación de estos relatos como fórmula educativa. 'Algunos psicoanalistas ven en los cuentos unos magníficos destructores de traumas infantiles', aseguró.

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