San Sebastián diseña un plan de peatonalización hasta el año 2004

San Sebastián ha diseñado un proyecto global para consolidarse en los próximos tres años como una ciudad para el peatón. El plan, que requerirá de una inversión de más de 1.000 millones de pesetas, supone la culminación de las zonas peatonales en el centro de la capital, actuaciones en los desarrollos urbanísticos previstos y otras operaciones de importancia en los barrios.

El concejal donostiarra de Movilidad, Ernesto Gasco, hizo público ayer el borrador de este documento -consensuado con los agentes sociales y los partidos- que será presentado el próximo miércoles ante el Consejo de Movilidad (que reúne a representantes de la corporación y de organizaciones sociales) para ser debatido y aprobado posteriormente en comisión de gobierno. El plan continúa con la estrategia de peatonalización emprendida hace diez años y responde a la realidad existente. La última encuesta sobre movilidad realizada por el Gobierno vasco revela de los 508.446 desplazamientos que se registran en San Sebastián, un 43% se realizan a pie; un 33% en automóvil, un 18% en transporte colectivo y un 6% en moto o en bicicleta.

De ahí que el proyecto vaya encaminado a eliminar trabas al viandante y a reducir el riesgo de sufrir accidentes. Gasco recordó que en los últimos 14 años han fallecido en la ciudad 71 peatones y se han registrado un total de 2.500 atropellos. La seguridad se potenciará con la colocación de radares que controlen la velocidad de los vehículos y la ampliación de los accesos peatonales por toda la ciudad. Con este plan se culminarán las actuaciones en el centro, con la peatonalización de las calles Fuenterrabía y Reyes Católicos o la ampliación del espacio para peatones en Prim, San Martín y Arrasate.

Desarrollos urbanísticos

El Ayuntamiento no olvida las mejoras en los barrios periféricos. Entre las operaciones previstas está ensanchar las aceras en Gros y en el Antiguo -con la semipeatonalización de la calle Matía-, y la creación de una zona peatonal cerca del Instituto Usandizaga, en Amara.

El proyecto, que se financiará con fondos municipales y posibles subvenciones de la Unión Europea y del Gobierno vasco, prevé practicar esta misma política 'de comodidad y seguridad para el peatón' en todas las obras y proyectos urbanísticos y de reforma de la ciudad. 'Así se pretende que ocurra por ejemplo, en los futuros desarrollos urbanísticos de Riberas de Loiola, Herrera, Morlans y el Ensanche de Alza', dijo Gasco.

El plan busca en síntesis avanzar hacia un modelo de ciudad respetuosa con el medio ambiente, pensada para el peatón. Por eso pretende igualmente reducir 'el efecto barrera' que supone el río Urumea y las vías férreras, mediante la construcción de pasarelas entre Riberas de Loiola y el parque de Cristina Enea y nuevos pasos subterráneos, así como apeaderos.