Bruselas culpa a España del retraso del plan contra las 'vacas locas'
La obligación de destruir materiales de riesgo se pospuso 4 años
La medida fue adoptada en junio del año pasado, casi cuatro años después de que la propusiera la Comisión al Consejo de ministros de la UE. 'Este retraso fue debido a la fuerte oposición de algunos Estados miembros, que insistían en afirmar que no se habían registrado casos de la enfermedad en su territorio', señala la nota aludiendo sin citarlos a Alemania y España, entre otros.
En un comunicado de inusitada dureza, el Ejecutivo comunitario llega a decir que la 'reciente crisis no es debida a la falta de leyes [recuerda que se han aprobado ya más de medio centenar de ámbito comunitario], sino a una insuficiente aplicación de la legislación comunitaria existente'.
Bruselas asegura que ha sido la Comisión, y no otros, la que ha encabezado el camino para combatir legalmente la enfermedad de las vacas locas. 'Estas leyes', insiste, 'han sido frecuentemente adoptadas a pesar de la fuerte oposición de los Estados miembros'.
Al insistir en el retraso para poner en marcha la retirada de materiales de riesgo, Bruselas indica que 'el impacto negativo de esta actuación está a la vista de todos'. 'Este episodio debería servir de recuerdo de los enormes costes, en términos financieros y de riesgo para la salud pública derivados de la tendencia a subordinar la protección de la salud pública a consideraciones de tipo económico o de política interna'.
Recuerda Bruselas que, en los años 1996 y 1997, el Parlamento Europeo criticó la actuación de la Comisión durante la primera fase de la crisis de las vacas locas, pero agrega que el Ejecutivo europeo tomó 'muy en serio' tales críticas y que, a partir de 1997, ha adoptado todas las iniciativas recomendadas por la Eurocámara.
Las medidas, no obstante, 'todavía no son suficientes por sí mismas' para erradicar la enfermedad. 'Estas medidas deben ser aplicadas de manera rigurosa', dice la Comisión en un nuevo ataque a los Gobiernos. 'En numerosas ocasiones, la Comisión ha encontrado graves lagunas en los Estados miembros; una vez más, los más graves errores proceden de los Estados miembros que han insistido en que estaban libres de la EEB [encefalopatía espongiforme bovina]. La crisis más reciente demuestra de nuevo los peligros que acarrea esta actitud'.
A título de advertencia, el Ejecutivo comunitario recuerda que ahora está haciendo 'una evaluación de la puesta en marcha, por parte de los Estados miembros, de las medidas recientemente adoptadas a nivel comunitario, sobre todo en lo que respecta al nuevo régimen de test de detección de la EEB y a la prohibición del uso de harinas animales'.
El próximo día 29 se reunirá el Consejo de Ministros de Agricultura de los Quince y, obviamente, el problema de las vacas locas será el principal objetivo de la convocatoria. 'Allí los ministros tendrán la oportunidad de explicar lo que han hecho y cómo lo han hecho', desafía la Comisión.
La difusión del comunicado ha coincido con las críticas del Gobierno italiano sobre el papel de la Comisión en esta crisis y con la difusión de un documento de 1990 del Comité de Veterinarios de la UE en el que aconsejaba 'desinformar' a la opinión pública sobre el problema.
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