Bruselas censura por primera vez el presupuesto de un país de la UE
La Comisión Europea lanzó ayer por primera vez un procedimiento de advertencia y recomendación para intentar que un país, Irlanda, modifique sus presupuestos y los acomode a los objetivos globales de la Unión. El Ejecutivo europeo considera que la economía irlandesa está en una fase de recalentamiento, pese a lo cual Dublín ha elaborado unos presupuestos 'expansionistas'. Por eso, pide al Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) que elabore una 'recomendación' para el Gobierno irlandés que ponga fin a la actual política económica irlandesa.
La decisión de la Comisión Europea se produce después de analizar los planes de estabilidad y convergencia de Irlanda, en cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento aprobado en la cumbre europea de Amsterdam en 1997. Según ese pacto, los países de la UE incorporados a la moneda única (ahora todos salvo Reino Unido, Dinamarca y Suecia) deben presentar sus programas de estabilidad al Consejo de Ministros y a la Comisión para su análisis, con el fin de comprobar si son acordes con el objetivo de lograr unos Presupuestos equilibrados.
Tras ese análisis, el Ejecutivo europeo considera que el recalentamiento de la economía irlandesa se ha incrementado a lo largo del año pasado, que registró una inflación media del 5,6%, 2,5 puntos por encima de las previsiones oficiales.
Desde septiembre del año 1999, Irlanda ha registrado la tasa de inflación más alta de la zona euro. En diciembre pasado, el índice de precios llegaba al 4,6%, más del doble del límite fijado por el Banco Central Europeo (2%).
'Pese a ello', afirma la Comisión, 'los planes presupuestarios para 2001 son expansionistas y cíclicos'. Al respecto, Bruselas señala que el crecimiento de Irlanda durante el año pasado superará probablemente el 10%, casi el doble del potencial real del país, en opinión de un experto del Ejecutivo comunitario.
Unos presupuestos 'expansionistas' para este año, agrega Bruselas, constituyen precisamente 'el mayor riesgo' para intentar controlar la inflación. Al respecto, Bruselas pone de relieve que los presupuestos irlandeses para el año 2001 prevén, además, unas rebajas fiscales que aún acelerarán más el recalentamiento económico.
'La Comisión cree que la situación irlandesa justifica una atención especial y una recomendación', comentó ayer el comisario para Asuntos Económicos y Monetarios, el español Pedro Solbes, quien agregó que el problema de Irlanda 'merece esta clase de iniciativa'.
Con el procedimiento puesto en marcha por Bruselas, previsto en el artículo 99 del Tratado de la Unión, será ahora el Ecofin previsto para el próximo día 12 de febrero el que estudie qué tipo de 'recomendación' puede hacer a Dublín. Además, los ministros decidirán si hacen pública o no esa 'recomendación'.
'Una buena señal'
El Ministerio irlandés de Finanzas rechazó ayer comentar la decisión de Bruselas, mientras el economista jefe del Banco Central Europeo, Otmar Issing, consideró 'una buena señal' la iniciativa de la Comisión.
Aunque la medida frente a Irlanda es la más contundente, la Comisión Europea también lanzó algunas advertencias a Francia e Italia para que hagan mayores esfuerzos a la hora de controlar sus respectivos déficit públicos. Por el contrario, Bruselas alaba los planes presentados por Austria, Reino Unido y Dinamarca al respecto.
El mes próximo, la Comisión continuará con el análisis de los programas de otros países, incluido España. La primeras impresiones de los expertos apuntan a que el Gobierno español pasará sin dificultad el examen, aunque probablemente se haga merecedor de algún 'tirón de orejas' por el alto índice de inflación registrado el año pasado (un 4% en diciembre con respecto al año anterior, 1,4 puntos por encima de la media de la zona euro).
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