La licitación de obras públicas cayó un 7,9% el pasado año

Las obras públicas licitadas a lo largo del año 2000 en Cataluña suman un total de 437.937 millones de pesetas. En términos monetarios suponen un incremento del 1,8% respecto a 1999, pero en pesetas constantes (descontado el incremento de los precios) la cifra representa una disminución del 7,9%, según el Departamento de Estudios de la Cámara Oficial de Contratistas de Obras de Cataluña.

El comportamiento de las tres administraciones (central, autonómica y local) fue muy diferente a lo largo del ejercicio terminado. La Administración central, cuyas licitaciones suman 182.152 millones de pesetas, aumentó el importe de las licitaciones en un 5,3%, en términos monetarios, pero si se descuenta el aumento de precios, registra una caída del 4,7%.

El conjunto de las administraciones locales licitaron obras por un importe global de 133.420 millones de pesetas. Esto supone un aumento del 8,2% del total monetario, pero una disminución del 2,6% en términos reales.

La Generalitat baja más

El peor comportamiento inversor fue el del Gobierno autónomo catalán. Los 122.358 millones de las licitaciones del Ejecutivo que preside Jordi Pujol (la cifra más baja de las tres) es inferior en un 8,2% a la de 1999 y en un 16,9% en términos de pesetas constantes.

La Cámara califica el año como 'de transición' respecto a un periodo de incremento de las licitaciones (hasta un 70% en el periodo que va de 1997 a 1999) y también ante un futuro en el que hay una notable cantidad de inversiones públicas formalmente comprometidas.

No obstante, la propia Cámara, cuyo presidente es Rafael Romero, alerta a las administraciones sobre la conveniencia de tomar las decisiones 'en el momento adecuado, sin caer en aplazamientos que pueden poner en entredicho el potencial de crecimiento de las economías catalanas y españolas'.

Algunos empresarios del sector han unido sus voces a las del alcalde de Barcelona para expresar su preocupación ante las dilaciones que están sufriendo licitaciones de obras que suponen miles de millones de pesetas en inversión pública.

Entre las obras previstas que, por un motivo u otro, no acaban de arrancar con fuerza están las relacionadas con el plan del Delta (desvío del Llobregat, ampliación del puerto y el aeropuerto) y las vinculadas a la línea de alta velocidad y al ancho europeo que conectará las capitales catalanas con la red ferroviaria europea, asunto de especial importancia para los puertos de Barcelona y Tarragona.