Israelíes y palestinos inician diez días de negociaciones en Egipto
Israelíes y palestinos iniciaron ayer por la tarde en la localidad egipcia de Taba, a orillas del mar Rojo, una ronda intensiva de negociaciones que se prolongará durante 10 días. La negociación, sin embargo, puede verse entorpecida como consecuencia de la decisión del Gobierno de Israel de congelar su participación en la llamada Comisión Mitchell, que trata de aclarar las razones y alcance de la violencia palestina.
La ronda de negociaciones de Taba, presidida por el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Shlomo Ben Ami, y por el dirigente palestino Saeb Erekat, tiene como base de discusión la propuesta de paz presentada por el ex presidente estadounidense Bill Clinton tres semanas antes de abandonar la Casa Blanca. El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Yasir Arafat, y el primer ministro israelí, Ehud Barak, sólo acudirán a Taba si hay progresos en la negociación.
El Gobierno de Barak está interesado en que los palestinos acepten en términos globales la propuesta de Clinton, ya que ello supondría para el Partido Laborista un mensaje electoral claro que ofrecer a su electorado en los comicios para primer ministro que se celebrarán el próximo 6 de febrero. Los palestinos se muestran, sin embargo, reticentes a aceptar el plan de Clinton, entre otras razones porque no les garantiza el control de la Explanada de las Mezquitas de la Ciudad Santa de Jerusalén, les niega el derecho al retorno de cerca de cuatro millones de refugiados de las guerras de 1948 y 1967 y mantiene el 85% de los asentamientos judíos en Cisjordania. 'Es una ingenuidad asegurar que es posible llegar a un acuerdo con los israelíes antes del 6 de febrero', ha asegurado Ahmed Qorei, presidente del Parlamento palestino, desmintiendo así las declaraciones eufóricas del jefe de la diplomacia israelí, quien llegó a asegurar que se estaba a punto de alcanzar un pacto.
Ayer, domingo, pocas horas antes de que se iniciaran los contactos en Taba, los israelíes decidían unilateralmente interrumpir su colaboración con la comisión encabezada por el ex senador estadounidense George Mitchell, que desde hace dos semanas se encuentra trabajando en Israel y en los Territorios Autónomos de Palestina para tratar de analizar las causas y el alcance de la Intifada.
Un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel transmitió a los miembros técnicos de la Comisión Mitchell, una docena de diplomáticos occidentales, el descontento del Gobierno de Barak por la manera cómo éstos han trabajado hasta el momento sobre el terreno. La labor de la comisión puede verse bloqueada durante varias semanas, mientras el Ejecutivo israelí analiza si reanuda o no su colaboración.
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