Otra semana de ganancias
Las bolsas internacionales, con el Nasdaq a la cabeza, crecen por cuarta semana consecutiva, pero mantienen un comportamiento muy volátil
Los mercados bursátiles internacionales han acumulado una semana más de ganancias en conjunto, y ya van cuatro. La evolución de los mercados ha seguido el mismo patrón, con Nasdaq liderando las apreciaciones. El dinero sigue llegando a las bolsas, lo que favorece estas apreciaciones, principalmente a los mercados que acumularon más pérdidas el año 2000. Por su parte, los niveles de volatilidad y dispersión de comportamiento de valores y sectores se mantienen elevados. Se trata de un comportamiento habitualmente llamado efecto enero.
Este año, este efecto se está mostrando con notable claridad, dadas las pérdidas acumuladas en 2000 por buena parte de los índices. Las intensas caídas de los mercados que más están recuperando ahora se produjeron por una presión vendedora, que al mismo tiempo alimentaba un mayor salida de fondos. Así, con valoraciones bursátiles mucho más atractivas y unos resultados empresariales que en línea cumplen las previsiones, el potencial de retorno de fondos a las bolsas es muy elevado e introduce presión al alza en las cotizaciones. Por otra parte, también está teniendo una especial influencia una estrategia de inversión muy extendida en la actualidad entre los inversores institucionales: la gestión con proporciones constantes o de referencia. Es decir, la política de inversión del fondo establece unos porcentajes sobre el total de la cartera en torno a los cuales debe situarse el peso de cada sector. Así, tras las fuertes caídas de algunos de éstos, su peso se ha reducido notablemente, por lo que en cada periodo de revisión (el cambio de año es muy utilizado) hay que comprar para aumentarlo.
Además, el conjunto de datos económicos parece confirmar una mayor desaceleración en Estados Unidos que en Europa, y la, por el momento inexistente, reactivación de la economía japonesa. El indicador de clima industrial del área de Filadelfia, la producción industrial, y las viviendas iniciadas mostraron señales patentes de desaceleración. El informe Beige Book, que se publica tras las reuniones del comité de política monetaria (FOMC) de la FED, lanzaba claramente el mismo mensaje. En Europa, el mensaje de ralentización económica era mucho más moderado. Japón, en su línea, sigue sin confirmar una recuperación y, en esta ocasión, tampoco ayudó la producción industrial.
En la Bolsa de Nueva York,
no obstante, no fueron los datos económicos o el renovado debate sobre la magnitud de la próxima bajada de tipo de la FED los protagonistas, sino los favorables resultados empresariales. A lo largo de la semana, una larga lista de compañías de primera categoría -Intel, IBM, HP, Apple, Sun Microsystems, Microsoft, E-Bay y Juniper, entre otras- presentaron sus cuentas de 2000 y las previsiones para el año corriente. En líneas generales se cumplieron las previsiones, incluso con un buen número de sorpresas positivas, especialmente entre las empresas relacionadas con los ordenadores y algunas de Internet. En este contexto, el Nasdaq siguió batiendo espectacularmente el comportamiento de otros índices más tradicionales, como Dow Jones y S&P500, y la rotación desde sectores más defensivos -con mejor comportamiento en 2000- hacia los tecnológicos no se vio frenada. Los bancos, por su parte, presentaron resultados diversos. Mientras que Citigroup era premiado, la fuerte reducción del beneficio de JP Morgan tuvo severas consecuencias en su cotización.
Londres,
con una evolución moderada el año pasado, ganó algo de terreno. Como se pudo observar en otros mercados europeos, las ganancias las lideraron los sectores tecnológicos y las petroleras, que se beneficiaban del repunte de precios del petróleo que podría producir el recorte de producción acordado por la OPEP. Así, Shell y BP Amoco recuperaron con fuerza parte de lo perdido y, análogamente, Marconi, entre las de tecnología y telecomunicaciones. Por otro lado, han destacado las ganancias de las aseguradoras CGNU y Prudential, fundamentadas en unos buenos beneficios presentados. En el lado negativo se colocó el comerciante minorista Kingfisher, penalizado por su poco satisfactoria campaña de Navidad.
La Bolsa de París,
una semana más, fue de las que menos subió entre las grandes plazas europeas, probablemente lastrada por su mejor comportamiento en 2000. En todo caso, el comportamiento de sus sectores y valores fue muy similar al de otros mercados. Mientras compañías como France Télécom acumulaban la mayor parte de los puntos de subida del índice, Danone, uno de los valores estrella hasta hace un par de semanas, corregía posiciones. Entre los que han mostrado peor comportamiento se colocó la tecnológica Bull, que presentó resultados y decepcionó a los analistas, algo normal en la empresa en los últimos años.
Francfort
ha sido la que mejor se ha comportado entre los mercados europeos, ganando casi un 3%. Las apreciaciones se han concentrado también en el sector tecnológico, aunque algunas empresas industriales también fueron premiadas por los inversores. Deutsche Telekom se benefició de los datos de su filial de móviles, que mostraban un excelente comportamiento de las suscripciones. En el lado negativo, hay que situar la interpretación que hizo el mercado de los planes de compra de Powergen (uno de los primeros grupos eléctricos ingleses, con presencia en EE UU) por parte de E.On. Tampoco las aseguradoras y bancos que mejor se venían comportando se situaron entre los favoritos.
La Bolsa de Tokio
ha mostrado una evolución semanal muy positiva, al contrario de lo visto anteriormente. Entre otros motivos, se encuentra la proposición que ha hecho el Gobierno de permitir un volumen mayor de recompra de acciones por parte de las propias empresas para estabilizar su cotización. De ello se beneficiaron fuertemente los bancos, Toyota y, en menor medida, NTT DoCoMo, que añadió como argumento positivo, que se planteará un menor volumen del previsto en los próximos meses. También apoyaron las ganancias con notable firmeza los valores tecnológicos, contagiados por el Nasdaq y los positivos resultados.
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