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El pequeño accionista se rebela contra la OPA en Asturiana de Zinc

Con la operación, Glencore, accionista dominante de la empresa a adquirir y en la compradora, generará minusvalías en una fase expansiva de sus beneficios

La oferta pública de adquisición (OPA) que Xstrata AG, dominada por la también helvética Glencore, acaba de lanzar sobre Asturiana de Zinc (AZSA), controlada a su vez en un 44,4% por la propia Glencore, parece satisfacer a todas las partes implicadas, menos a los accionistas minoritarios, que juzgan insuficiente la propuesta. La oferta es por el 100% de la sociedad, condicionada a la suscripción de al menos el 80%.

Xstrata anunció el día 12 la OPA, a un precio de 13,5 euros (2.246 pesetas) por acción, lo que le supondrá un desembolso de 90.580 millones de pesetas. Asegura que su propuesta es ventajosa para el accionista, porque la valoración que se propone, coincidente prácticamente con la cotización máxima de la sociedad en el último ejercicio, representa una prima del 11,1% sobre el precio de cierre de la víspera, del 45,2% sobre la cotización con la que cerró la compañía en el año 2000 y del 35,4% sobre la media del precio de cierre de la acción durante los últimos seis meses.

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En los dos últimos años, la cotización de AZSA osciló entre 7,70 y 13,60 euros, mínimo y maximo, respectivamente, de la sociedad en 1999. En 2000 siempre cotizó por debajo del máximo del año anterior. Pero los minoritarios y algunos analistas juzgan que, a esos precios, la empresa, quinto productor mundial de metal de zinc y con cuantiosos beneficios desde 1997, está muy barata y que su cotización en los últimos dos años no refleja el verdadero valor de la sociedad. Se recuerda que Glencore llegó a pagar hace tres años, en julio de 1998, 20,43 euros por acción para ampliar su posición en AZSA, mediante una OPA que le permitió adquirir 7,9 millones de títulos adicionales y alcanzar un dominio sobre el 44,4% de AZSA. Hasta entonces, Glencore controlaba la sociedad con el 24,7% que había adquirido en febrero de 1997 a Banesto y por el que pagó 18.200 millones de pesetas (10,88 euros por título).

Agregan los minoritarios que el precio de 13,5 euros para hacerse con la totalidad de AZSA y sacarla del mercado se queda corto respecto al recorrido que pronosticaban algunos analistas para los títulos de AZSA, para el que se ha manejado una proyección alcista entre 14 y 16 euros.

Asturiana de Zinc, que había acumulado pérdidas de 30.000 millones de pesetas entre 1980 y 1996, ha demostrado desde entonces una vigorosa capacidad de generación de beneficios aun en la fase adversa del ciclo del zinc, cuando la generalidad de sus competidores incurría en números rojos. Entre 1997 y 1999, AZSA obtuvo 12.487 millones de pesetas de beneficios netos y en 2000 habrá casi duplicado esas cifras. Hoy está considerada como la empresa más eficiente del sector, con un margen de beneficios del 17% sobre la cifra de ventas. La actual inversión de 28.000 millones de pesetas en su factoría de San Juan de Nieva, cerca de Avilés, realizada parcialmente con recursos propios, le va a permitir ampliar su capacidad de producción de zinc metal en el 37%, hasta alcanzar las 450.000 toneladas anuales. Con ello, Asturiana prevé facturar unos 100.000 millones de pesetas (su cifra de negocio en 1999 fue de 60.341 millones y la de 2000 se estima en 74.000 millones) y elaborará el 20% del zinc fabricado en Europa y el 7,7% de la producción mundial, excluida China.

En estas circunstancias, el control del 100% de AZSA por el grupo Glencore, merced a la OPA que ahora lanza a través de una de sus participadas (posee el 38,5% de Xstrata), fortalecerá notablemente la relevante posición de este conglomerado suizo en el sector de los metales no férricos y a un costo inferior al precio medio que pagó para asumir su actual dominio de la sociedad.

Glencore generará una minusvalía de 4.700 millones de pesetas, del orden de un 10,6%, sin que ello tenga repercusiones negativas para el grupo, dado que quien compra es una filial suya. Pero Glencore podrá aliviar su carga impositiva en un momento de fortísimos beneficios por su participación en AZSA, que en 2000, con un excedente estimado superior a los 10.000 millones de pesetas, reportará a Glencore un beneficio atribuido de unos 4.400 millones de pesetas.

Las dudas sobre el éxito de esta OPA están ahora en la actitud que adopten los otros tres grupos accionariales internacionales de AZSA: el Royal Bank of Scotland (9,57%), el Crédit Suisse First Boston (5,13%) y la Banque Cantonale Vaudoise (5,07%). El Crédit Suisse First Boston participará en la financiación de la OPA junto al Dresdner Bank y la Société Générale, por lo que su anuencia parece garantizada. Xstrata ha asegurado la permanencia del actual equipo directivo y el mantenimiento de la política inversora y expansiva de Glencore en AZSA. El presidente de la empresa asturiana, Santiago Zaldumbide, juzgó la OPA como 'amistosa', aunque el consejo de AZSA aún no ha hecho oficial su posición. Pero los accionistas minoritarios, que se reparten el 35,82% del capital, consideran 'ridículo' el precio que se les ofrece. Algunos ya han dicho que si no acudieron a la OPA que lanzó Glencore a 20,43 euros cuando AZSA acababa de salir de los números rojos, mucho menos lo harán ahora a 13,50 euros, tras cuatro años de fuertes beneficios y ante las favorables perspectivas que aguardan a la compañía. Algunos asesores bursátiles creen, no obstante, que es preferible vender porque el valor, de triunfar la OPA, perderá liquidez y capacidad de negociación en el mercado.

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