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El PP anima a sus jóvenes militantes a combatir el miedo a la 'mafia' de ETA

Iturgaiz destaca que el País Vasco es el mayor exportador de refugiados de Europa

Javier Casqueiro

Iturgaiz levantó ovaciones entre los 800 compromisarios presentes en el congreso de Nuevas Generaciones, una organización con más de 70.000 afiliados que ayer renovó a su dirección y proclamó presidenta a María del Carmen Fúnez, diputada autonómica de Ciudad Real de 25 años. Pero lo que encendió los ánimos fue el relato de Iturgaiz sobre el 'sinvivir' vasco, sobre la pérdida de amigos, sobre la obligación de vivir escoltado por estar en la diana permanente de 'los canallas asesinos de ETA'.

El dirigente vasco reiteró que su partido no renunciará jamás a sus ideas aunque tenga que acudir muchas veces a honrar a sus muertos a los cementerios, como harán este martes, en compañía de la cúpula nacional del PP y de relevantes dirigentes socialistas, para recordar la figura de Gregorio Ordóñez, asesinado hace seis años por ETA. Fue en ese contexto cuando Iturgaiz concluyó que 'Euskadi se está convirtiendo lamentablemente en una tierra que exporta refugiados'. Y enumeró la lista de profesores, periodistas, políticos, empresarios y artistas que han emigrado.

Iturgaiz constató que 'los talibanes han cambiado el turbante por la capucha y la boina'. En ese sentido, subrayó que los máximos responsables del PNV, Xabier Arzalluz y Joseba Egibar, no estén nunca ni en las listas de ETA ni lleven escoltas. Y denominó 'delincuentes de cuello blanco' a Pepe Rei, a los dirigentes de EH, de Haika (los jóvenes proetarras) y de Gestoras pro Amnistía, a los que deseó un futuro tras los 'barrotes'.

En esa línea beligerante, el cónclave de Nuevas Generaciones elaboró un comunicado sobre la defensa de las libertades titulado La rebelión por la libertad en el País Vasco, redactado por el presidente regional de esa organización, Santiago Abascal. El escrito hace hincapié en la vida 'con pánico' de los no nacionalistas en una Euskadi 'sin libertad ni democracia' y sólo con 'tiranía, pactos inconfesables y fanatismo'. Subraya el 'miedo diario ante la posibilidad de ser marcado como un judío', a ser asesinado. Y recalca el concepto de la exportación del miedo en el País Vasco, 'el lugar de Europa donde menos se respetan los derechos y las libertades' y que compara con un 'campo de concentración'.

Abascal desmenuzó las distintas organizaciones que tejen esa red de la 'Cosa Nostra vasca'. Empezó por la coalición electoral EH. Siguió con el diario Gara, antes Egin, arropado ahora por la revista de Pepe Rei, Ardi Belzta. Mencionó la capacidad de amedrentamiento del sindicato LAB; los grupúsculos violentos alegales como Haika; el movimiento sindical estudiantil Ikasle Abertzaleak; el feminista Egizan; el ecologista Eguzki; el montado en pro del euskera Euskal Herrian Euskaraz; la red de escuelas de euskera AEK; la organización para la prevención de las drogas Askagintza; el colectivo internacional asentado en Suramérica Askapena; y las Gestoras pro Amnistía. Abascal sentenció: 'Un Estado paralelo dentro del propio Estado; con un ejército de 200.000 chivatos'.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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