Los musulmanes de Ceuta piden al PP que demore la moción contra el GIL
La confusa situación política de Ceuta encontró ayer otro recoveco inesperado. Los representantes del musulmán Partido Democrático y Social (PDS), que se trasladaron a Madrid a negociar con el PP su apoyo a una próxima moción de censura contra el GIL, aprovecharon para comunicar que dos miembros del Gobierno de ese grupo, en presencia del presidente Antonio Sampietro, les habían comunicado en las últimas horas su intención de disolverse. Según el PDS, Sampietro alegará entonces motivos de salud para dimitir.
Según la tesis mantenida por los representantes del PDS ante la dirección del PP, los otros seis miembros del GIL -Sampietro gobierna con sólo siete votos, incluido el suyo, tras la dimisión de seis consejeros- se integrarían en un futuro Gobierno bajo el mando del PP.
El PP y los propios integrantes del PDS se han concedido ahora un nuevo plazo en sus negociaciones hasta el próximo lunes para aguardar la confirmación de estos acontecimientos, que podrían evitar la salida drástica de la moción de censura.
En cualquier caso, el presidente del PDS, Mustafa Mizzian, ratificó en la sede nacional del PP a Pío García Escudero, coordinador de Organización, y a Juan Carlos Vera, secretario ejecutivo de ese área, que su partido respaldaría la salida de la moción de censura con un candidato popular. Incluso con un aspirante a la presidencia de Ceuta del PP, Juan Vivas, que les gusta menos que el anterior responsable de esa formación en la ciudad autónoma, Jesús Fortes, con el que ya cooperaron en un Gobierno en 1996.
La dirección nacional del PP comunicó a los políticos musulmanes que su partido está a favor en cualquier caso de la participación del PDS en el Gobierno de Ceuta. Y ello pese a que la dimisión de Sampietro y la disolución del GIL haría innecesario el apoyo de los musulmanes para retomar el Gobierno de esa ciudad autónoma porque el PP tiene ocho diputados que, sumados a los cinco tránsfugas, llegan a la cifra de 13 en la que está situada la mayoría absoluta.
Las noticias sobre la desaparición del GIL abren otro compás de espera en Ceuta. Mizzian explicó en la sede del PP que los dos actuales vicepresidentes del Gobierno de Ceuta del GIL habían transmitido al secretario general del PDS, delante de Sampietro, la posibilidad de registrar en el Parlamento de la ciudad un documento en el que explicitasen su disolución. Sampietro les señaló su deseo de abandonar la política por su mal estado de salud.
El secretario general del PP, Javier Arenas, ratificó más tarde que su partido aguardará ahora hasta el lunes para que el panorama se aclare y entonces optará por la moción de censura. Para presentarla cuenta con el apoyo del edil del PSOE, que sin embargo no entraría en el Gobierno.
Pero el PP necesita además los tres votos de los musulmanes y el de Aida Piedra, una de las tránsfugas, ex secretaria personal de Sampietro. Los demás ex gilistas no pueden votar porque ya lo hicieron cuando el GIL llegó al poder, y la ley les impide repetir. Sólo el voto de Piedra es válido, porque se incorporó al Ejecutivo después de la anterior moción de censura.
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