El hijo de un comisario preparó la entrada de ETA en Barcelona
La policía identificó ayer a Diego Sánchez Burria, alias Sergio, de 24 años y natural de Barcelona, como el cuarto integrante del comando Barcelona de ETA. Sánchez, vinculado con grupos independentistas catalanes e hijo de un comisario del Cuerpo Nacional de policía, está huido y los investigadores consideran que fue la persona que prestó apoyo logístico, de información y cobertura al comando, que desde el pasado mes de septiembre ha cometido seis atentados en los que han fallecido cuatro personas.
Diego Sánchez trabajaba como celador en un hospital y es hijo del comisario de Mataró (Barcelona), Atilano Sánchez Vaquero, un veterano dirigente sindical que fue secretario general de la Plataforma Unitaria de Policías (PUP). La policía vincula a Sergio con grupos independentistas radicales y en octubre de 1998 ya había sido detenido por atentado a la autoridad en Banyoles (Girona). También formaba parte de varias plataformas que funcionaban en apoyo del País Vasco o de Benjamín Ramos, otro presunto colaborador de ETA detenido en 1996 en Alemania. Sergio también estuvo relacionado en 1995 con Zigor Larredonda, detenido en 1995 en Terrassa cuando la banda terrorista intentaba reconstruir el comando Barcelona.
Incidentes en Sants
La última acción anterior a la colaboración con ETA que la policía atribuye a Sergio es haber participado en los violentos incidentes que siguieron a la manifestación antifascista de la plaza de Sants el 12 de octubre de 1999.
El pasado día 11 dos miembros del comando -Iñaki Krutxaga y Lierni Armendariz- fueron detenidos por dos guardias urbanos. Al día siguiente, la policía identificó a Fernando García Jodrá, de 30 años, como el tercer integrante del comando que logró huir, y que advirtió a Sergio de las detenciones.
La policía cree que Sergio puso en contacto a Armendariz, que llegó a Barcelona en agosto, con Daniel M. C., propietario de la vivienda situada en el número 34 de la calle Pintor Fortuny y que fue quien se la alquiló hace un mes, pensando que se trataba de una estudiante, según le explicó Sergio. Este piso fue registrado tras la detención de los dos miembros del comando y en su interior no se halló documentación ni material. La policía explicó que era una vivienda de reserva del comando.
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