Los socialistas acusan al PP de convertir una reunión de la Diputación Permanente en una rueda de prensa de 'lujo'

Socialistas y PA, partidos que sustentan al Gobierno autonómico, y la oposición de PP e Izquierda Unida se enrocaron ayer en una fuerte discusión sobre el uso de la institución parlamentaria para fines partidarios. El enfrentamiento verbal se produjo durante una reunión de la Diputación Permanente de la Cámara, en la que se rechazó la comparecencia de la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, para evaluar la situación planteada ante el archivo del auto del vertido tóxico de Aznalcóllar.

La polémica se disparó cuando el portavoz del PSOE, José Caballos, acusó a PP e IU de convocar a la Diputación Permanente -órgano que se encarga del gobierno del Parlamento en periodos inhábiles- sin ningún argumento de peso y con el único objetivo de 'exprimir el limón' del caso de las minas de Aznalcóllar para sacar rentabilidad electoral. El socialista dijo que no es serio ni razonable forzar una comisión extraordinaria apenas 15 días antes de que comiencen las sesiones parlamentarias de 2001. Según él, la cuestión fundamental de la iniciativa es saber qué iba a hacer el Gobierno andaluz ante el archivo de la causa, y ya ha presentado un recurso ante el juez. 'Por lo tanto, no vemos urgencia para que la consejera comparezca el 24 de enero y no el 18 de febrero', señaló.

Caballos atribuyó al PP una intencionalidad más allá del interés por la situación de Aznalcóllar: 'Han querido montar una rueda de prensa de lujo, con la parafernalia institucional, y la ayuda inestimable de IU -que no falte- para hacer más llevadera la cuesta de enero'.

Tanto el portavoz de IU como el del PP replicaron que el discurso del socialista era una devaluación de la Cámara autonómica ante los ciudadanos. Antonio Romero llegó a decir: 'Destila desprecio por la institución parlamentaria'. Antonio Sanz calificó las palabras de Caballos de 'insulto', 'una visión pobre del Parlamento' y le aconsejó que se 'inventara' otra excusa para justificar el bloqueo de la comparecencia de Coves. El portavoz popular dijo que con el rechazo de la iniciativa se le está haciendo un 'flaco favor' a la Cámara, así como que se trata de un mal precedente y un gesto que sólo consigue proyectar una imagen pésima.

Sanz aprovechó para entrar de lleno en las circunstancias que rodearon al caso Aználcollar y reiterar que el Ejecutivo de Manuel Chaves no asumió las responsabilidades cuando se produjo la rotura de la balsa y sigue sin hacerlo. 'La sensación que tiene la sociedad es de impunidad en este tipo de actuaciones, aún más si se intenta dar un cerrojazo'.

Romero insistió en que lo normal en las situaciones de crisis es que el propio Gobierno pida comparecer ante la Cámara y que el archivo del auto del caso es muy grave, porque, además, 'la opinión pública está alarmada'.