La futura autovía entre Vitoria y Miranda estará acabada previsiblemente para 2004

El eje de carreteras entre Vitoria y Miranda inició ayer una nueva fase. El diputado general, Ramón Rabanera, inauguró las obras de la variante de Nanclares de la Oca, que evitará la travesía de más de 5.000 vehículos diarios. Su uso, sin embargo, se incrementará debido a los proyectos industriales y comerciales previstos en este municipio, cuya población se duplicará o triplicará en los próximos años.

Al margen de esta carretera, el diputado de Obras Públicas, Antonio Aguilar, anunció que la semana próxima se adjudicará el tramo de la N-I entre Aríñez y la llamada Legua del Rey, es decir, el tramo que atraviesa el Condado de Treviño y que es el que mayor retraso acumula. De momento, la Diputación alavesa ya ha contratado las obras que convertirán en autovía la peligrosa carretera que va de Vitoria a Aríñez, la N-102. Las obras terminarán en dos años, el mismo plazo en que se acabará la variante de Nanclares. El siguiente tramo será el de Aríñez-Legua del Rey, que, según las previsiones, se adjudicará la próxima semana. La contratación del siguiente segmento, la propia Legua del Rey, depende del Gobierno central. El Ministerio de Fomento 'empezará a finales de año' la obra, según Aguilar, quien afirmó ayer que el Ministerio de Medio Ambiente 'entregará este mes o el próximo la declaración de impacto'. Las mayores incógnitas están en el último tramo, desde el Condado de Treviño hasta Miranda, el más retrasado de todos, aunque la Diputación de Álava asegura que el trayecto desde Vitoria hasta la ciudad burgalesa estará completamente reformado para el año 2004.