Londres no acepta que técnicos españoles vigilen el arranque del reactor del 'Tireless'

A principios de noviembre el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el órgano español que sigue de cerca la reparación del Tireless, señaló en un comunicado que sería 'relevante la presencia de técnicos españoles durante la realización de las pruebas previas de comprobación de la eficacia de la reparación de la avería del submarino con carácter previo al arranque del reactor'.

Desde entonces ha reiterado varias veces esta petición, y el pasado lunes el director general técnico del CSN, Antonio Gea, recalcaba que si, por fin, era aceptada, sería 'conveniente' que se lo comunicasen 'cuanto antes' porque necesitarían 'un mes' para prepararse 'adecuadamente'.

Poco después de aquel comunicado de noviembre Piqué pidió al Gobierno británico que autorizase esa presencia. El asunto 'ha sido planteado', reconoció ayer en una rueda de prensa con el primer ministro de Malta, Joe Borg. 'Pero hay problemas de seguridad que todos conocemos. Seguiremos insistiendo', añadió.

Los 'problemas' a los que el ministro se refirió consisten en que la Royal Navy considera que la sala de máquinas y el entorno del reactor son un área secreta a la que ciudadanos españoles, carentes además de credenciales OTAN de seguridad, no pueden acceder.

Por esa razón los dos subdirectores del CSN que, el 3 de noviembre, visitaron el Tireless no pudieron penetrar en esa zona y estuvieron tan sólo en la sala de máquinas, que previamente había sido ya enseñada a la prensa.

Para sortear el problema el CSN ha sugerido a los británicos que se haga, por ejemplo, una derivación de los instrumentos de la sala de máquinas para que desde el muelle sus técnicos puedan seguir de cerca los resultados de las pruebas de presión previas al arranque del reactor. Éste es el único momento, según el CSN, en el que existe un cierto riesgo de contaminación radiactiva del agua de la bahía de Algeciras si la reparación resulta ser defectuosa.

La propuesta no convenció. Preguntado a finales de diciembre sobre si Londres daría facilidades al CSN, el embajador británico en Madrid, Peter Torry, contestó sin comprometerse que la comunicación con los españoles sería 'fluida' en todo momento. Otras fuentes indican que Londres se ha mostrado dispuesta a grabar un vídeo de la prueba y enseñárselo a posteriori a los españoles.

Piqué dio ayer la impresión de dar por perdida la batalla cuando insistió en que es necesario 'quitar dramatismo' a la última fase de la reparación. 'No estoy diciendo que no debamos estar totalmente vigilantes, y si pudiéramos acceder directamente a las realización de esas pruebas, tanto mejor', dijo.

'Pero', prosiguió con ánimo tranquilizador, 'no es el primer reactor que se para y vuelve a ser arrancado (...) y estoy seguro de que los británicos no lo pondrían en marcha sin tener todas las garantías'.

En círculos diplomáticos españoles se cree que hay otra razón tras las reticencias británicas: no indisponer a las autoridades de Gibraltar. Londres puso condiciones en noviembre a la visita restringida que organizó. Vetó, por ejemplo, la presencia de funcionarios del Estado a bordo del submarino y sólo permitió la de los técnicos del CSN, un organismo independiente.

Aun así, el ministro principal de la colonia, Peter Caruana, que se enteró de la visita de noviembre por la llamada telefónica de un trabajador del puerto, la criticó con dureza porque suponía una intromisión española en los asuntos de Gibraltar.

Piqué no se resistió ayer a ironizar sobre el abordaje del Tireless por militantes de la organización ecologista Greenpeace que colocaron sobre el buque una pancarta de protesta. 'El incidente de hoy pone en evidencia que la seguridad de las instalaciones militares británicas en Gibraltar es manifiestamente mejorable, aunque no sé si me corresponde a mí decirlo', comentó.