El Instituto Francés apuesta por el foco cultural del centro de Valencia con el traslado de su sede

El Instituto Francés de Valencia inicia una nueva etapa con el traslado de su sede a una antigua casa rehabilitada del centro de la ciudad. El instituto, cuya programación cultural se ha significado por su elevada calidad, apuesta así por el eje cultural que se está conformando en el casco viejo de Valencia. 'Queremos participar en la recuperación del barrio', señaló ayer el nuevo director Claude Montet. Las ilustraciones que Antoni Tàpies realizó para el poema monumental de Jacques Dupin Matière du souffle abrirán el día 25 el programa de actividades de esta sede.

Más espacio, más luz, más actividades. La nueva sede, situada en la calle de Moro Zeit, tiene 1.200 metros cuadrados útiles repartidos en una sala de exposición, un auditorio, una sala de cine y conciertos, salas de junta y de lectura informatizadas, una biblioteca, siete aulas, además de dos estancias para residencia de artistas invitados, y diferentes dependencias administrativas y una cafetería.

Las clases ya se imparten en Moro Zeit y a partir del viernes se habrán trasladado todos los servicios de la antigua sede de la calle de San Valero. Así, se constituirá otro centro cultural en una zona dinamizada en los últimos años por el universitario Colegio Major Rector Peset y la alternativa Ca Revolta. Está prevista, además, la apertura de un espacio cultural en la plaza de la manzana integrada por el teatro Princesa y el Cinema Valencia. Por otra parte, en el barrio de Velluters se contempla la ubicación de la Escuela de Artes y Oficios, un conservatorio y un instituto tecnológico.

El director, Claude Montet, subraya las grandes posibilidades culturales del barrio y cita la proximidad del IVAM, de la UIMP y del Rector Peset. Al mismo tiempo señala el edificio anexo a la nueva sede y se lamenta de que la rehabilitación se paralizara hace dos años, dejando al descubierto las entrañas ruinosas y los cimientos de hormigón del andamio. Una imagen de abandono habitual en el casco antiguo, a pesar de las reiteradas proclamas sobre su rehabilitación integral.

Dependiente del Ministerio de Exteriores francés, el centenario Instituto Francés espera beneficiarse del Plan Riva para su nueva sede cuyo presupuesto se ha elevado a 250 millones de pesetas. Se han mantenido la fachada y la escalera de la casa señorial de 1850. Desde el exterior se puede apreciar una gran pintura sobre azulejos diseñada por Queaniaux que corona el patio interior donde se celebrarán conciertos 'por la tarde-noche, antes de que empiece la marcha', anota Montet.

El director hace hincapié en que el instituto debe 'ser un casa permeable para que entre todo el mundo'. Insiste en que es fundamental el concepto de intercambio cultural. 'No es como hace 20 años. Ya no se necesita tanta difusión cultural, que en Valencia hay mucha gracias a las instituciones; la idea es la de la cooperación, la de la nueva cultura del mestizaje que representa a la Francia actual, y que está empezando en España', explica. El intercambio se simboliza en la muestra de Tàpies y Dupin; el mestizaje y la integración en los conciertos de música magrebí o la conferencia, aún por confirmar, del último premio Nobel de Literatura, Gao Xingjian, residente en Francia, entre otras actividades previstas. Montet defiende firmar convenios con las instituciones valencianas y apunta, por ejemplo, la posibilidad de que alumnos de cine de la UIMP conozcan la escuela de cine Femis de París.

En cuanto a la principal actividad, la docencia, el instituto cuenta con 600 alumnos. Aunque en los últimos años se ha reducido el número de estudiantes de francés, Montet indica que se ha incrementado la presencia de jubilados y trabajadores franceses residentes en Valencia que precisan clases en español, que también impartirán. Además sugiere nuevas fórmulas para que los ciudadanos puedan beneficiarse de los servicios docentes, al margen de los actos culturales de libre acceso.