La venta de coches cae un 4% más en Cataluña que en el conjunto de España
Las ventas de vehículos en Cataluña se han ralentizado cerca del 6% respecto a las del año 1999, según los datos de matriculación de la Dirección General de Tráfico. La caída de este indicador, que es uno de los más claros para medir el vigor del consumo, es superior en más de un 4,1% a la que se detecta en toda España, según los datos de la patronal Anfac. La curva de ventas se desinfla después de cuatro años de crecimiento ininterrumpido.
Según los últimos datos sobre matriculaciones en Cataluña -que no se consideran definitivos- en 2000 se han comercializado unos 291.300 vehículos, contra las 309.743 unidades que se vendieron durante el año 1999; la caída de ventas ha sido por tanto del 5,9%.
Al mismo tiempo, el cierre del año en toda España indicaba que se han vendido 1.380.884 unidades en 2000, frente a las 1.406.246 vendidas en el año anterior; es decir, se ha producido una caída del 1,8%, contra el 5,9% de las matriculaciones en Cataluña. En Madrid la caída es muy inferior aunque en otras autonomías como Aragón, País Vasco o Navarra es superior a Cataluña.
La caída de las ventas se refleja igualmente en los tres grandes segmentos de vehículos: turismos, todoterrenos e industriales, aunque lógicamente -por su mayor volumen- se aprecia más clara en el sector de turismos. Así, los 251.873 turismos matriculados en 1999 se han reducido a unas 236.300 unidades en el pasado año. Los todoterrenos bajan de 19.508 unidades a 17.500 y los industriales, de 38.362 a 37.400 unidades vendidas en 2000.
Las empresas automovilísticas consultadas coinciden en que en la caída han influido tres grandes factores: por un lado, las opiniones de expertos que aseguraban que el barril del petróleo no podía bajar en el futuro de los 30 dólares, como ocurrió en buena parte del año, en la que pesó este efecto psicológico. Paradójicamente, en diciembre el petróleo bajó drásticamente sus precios, sin que se reflejara en las ventas de automóviles.
En segundo lugar, las marcas automovilísticas consideran un 'mazazo' a sus expectativas comerciales el anuncio gubernamental según el cual se producirán ayudas fiscales a la compra de vehículos en 2001. Éste ha sido un elemento paralizador del consumo. Las ventas del mes de diciembre, indican las empresas, se han demorado hasta el 2001 después de que el Gobierno anunciara que el Plan Prever por cambio de vehículos aumentaba de 80.000 a 120.000 pesetas las ayudas para la sustitución de los coches con más de 10 años que funcionan con gasolina súper por otros nuevos con catalizador. También se anunciaron deducciones en el impuesto de matriculación para familias numerosas, a partir de enero.
En tercer lugar, se notan factores estructurales que han ralentizado globalmente el consumo, como el aumento de precios de las cuotas hipotecarias, que ha reducido la capacidad de compra de las familias.
La huelga de transportistas de coches que acaba de finalizar, aunque menos en el caso catalán, también ha contribuido a empeorar la marcha de las ventas. Ha significado que existieran unos 15.000 coches pendientes de entrega en toda España, lo que fue un factor determinante en la caída de ventas del 21,4% que se registró en diciembre a escala española.
Los efectos meramente estadísticos tienen un condicionante y es que el año 1999 pulverizó el récord de ventas de los años anteriores con aumentos del 18% sobre el ejercicio precedente. A pesar de esto, los fabricantes no cejaron en el empeño de pedir más ayudas por la compra de coches nuevos a cambio de achatarrar los antiguos. Las ínfulas del año récord se les subieron a la cabeza y las fábricas continuaron trabajando a tres turnos. En junio comenzó el estancamiento y en septiembre cambió el escenario cuando los datos de ese mes cambiaron el escenario presagiando un cambio de tendencia. Las expectativas de crecimiento del mercado se han desinflado.
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