Bruselas controla los movimientos en la 'nueva economía'

La actividad frenética de la nueva economía -con multitud de empresas uniéndose y creciendo- ocupó un lugar prioritario en los expedientes abiertos por la Comisión Europea. La fusión de Time Warner con America Online, por un lado, y con la discográfica británica EMI, por otro, fueron los casos de más calado inspeccionados el año pasado por las autoridades de la competencia de la Unión Europea. El comisario Mario Monti aprobó la primera operación. La segunda no aguantó la presión de Bruselas.

Monti mostró hasta qué punto está dispuesto a defender el respeto de las normas, incluso tratándose de poderosas compañías estadounidenses con intereses en el mercado europeo. Time Warner y EMI abandonaron su alianza para crear la mayor discoteca en el sector de la edición musical. La renuncia salvó la operación de fusión con America Online, aprobada el 11 de octubre pasado, gracias también a que esta última rompió sus vínculos estructurales con la alemana Bertelsmann.

Ligado a estos dos casos, la Comisión aprobó la alianza entre Vivendi y su filial Canal+ con Seagram, propietaria de los estudios Universal, después de que se comprometiera a sacrificar su participación en el capital del operador británico de televisión digital BSkyB.

La Comisión también dio muestras claras de su determinación cuando prohibió la fusión entre los dos gigantes de las telecomunicaciones, MCI/WorldCom y Sprint. Microsoft captó el mensaje y renunció a controlar la operadora británica de cable Telewest.