El principal acusado del 'caso Raval' se declara pedófilo ante los jueces

Tamarit está acusado por la fiscalía de ocho delitos continuados de abusos sexuales y de tres delitos de utilización de menores con fines pornográficos. La fiscal pide para él penas que suman 57 años de prisión y considera que los menores que sufrieron sus conductas fueron nueve, dos niñas y siete niños. Tamarit es el único de los acusados que está en prisión, después de haber sido detenido en diciembre acusado de abusar de dos menores. En 1992 ya fue condenado a tres penas de seis meses de cárcel por motivos similares.

El interrogatorio de Tamarit duró casi cinco horas y el acusado admitió sin reparos su condición de pedófilo. 'No lo oculto. Mi inclinación afectiva y sexual se dirige hacia los menores de ambos sexos', dijo. Sin embargo, también negó de forma categórica que les obligara a realizarle tocamientos o felaciones, y que los penetrara a cambio de dinero. 'Si yo hiciera lo que usted dice que he hecho, no estaría aquí', declaró a la fiscal. En otro momento calificó de 'delirante' las acusaciones que pesan contra él, y aseguró que los menores fueron coaccionados para que le inculparan. Pese a ello, reconoció que en una ocasión practicó un masaje al menor O. y admitió que habría tenido relaciones sexuales con jóvenes de 14 o 15 años si se lo hubieran propuesto.

Tamarit admitió estar 'profundamente enamorado' de I., un menor al que conoció en el Casal dels Infants del Raval, entidad del barrio que fundó en 1982 y en la que trabajaba como monitor. La fiscalía opina que servía para 'reclutar' a los menores que después sufrían los abusos. 'Cuando estaba con él notaba que algo ocurría', explicó el acusado. '¿Y cómo satisfacía sus deseos sexuales si niega que abusara de los niños?', preguntó la fiscal. 'Usando cintas y revistas', respondió.

Durante el registro en el domicilio de Tamarit se intervinieron centenares de fotos de desnudos realizadas por él a niños que estaban a su cargo. 'Son fotos de actividades lúdicas', dijo el acusado. 'Más bien procaces', matizó el presidente del tribunal, Josep Maria Pijuan, para calificar las imágenes. 'La valoración de las fotografías la hará el tribunal, porque parece que el criterio del acusado sobre lo que es pornografía no coincide', añadió después.

Tamarit también admitió que en su ordenador tenía centenares de imágenes de menores desnudos captadas de Internet, e incluso de los niños supuestamente agredidos. 'Los quesitos están muy bien, me llegan riquísimos', rezaba un correo electrónico enviado al acusado por uno de los receptores de las imágenes.