La Ertzaintza ignora si ETA colocó la bomba antes o después del homenaje al concejal del PP
Agentes de la Ertzaintza inspeccionaron durante todo el día de ayer el cementerio de Zarautz, que estará cerrado hasta el lunes, para tratar de determinar las características y el contenido de la bomba que los terroristas escondieron en una maceta próxima a la tumba de Iruretagoyena.
Balza sólo pudo precisar ayer en Vitoria que la bomba estaba compuesta por unos cinco kilos de dinamita tipo titadine -robada por ETA en la Bretaña francesa en septiembre de 1999- y tornillería gruesa. Al parecer, estaba preparada para estallar mientras dirigentes populares y afiliados realizaban una ofrenda floral en el tercer aniversario de su asesinato, aunque el consejero no pudo confirmarlo.
La investigación policial aún no ha arrojado resultados concluyentes sobre el momento en que fue colocado el artefacto. La unidad de explosivos y los perros adiestrados de la Ertzaintza, que peinaron 'exhaustivamente' el cementerio antes del acto, no descubrieron el explosivo. Pero no es un dato determinante. Balza reconoció que nunca se sabrá con certeza porque 'los perros entrenados con explosivos tampoco son infalibles', pero indicó que todo apunta a que ya se encontraba sobre la lápida antes de la primera inspección.
A su juicio, el cordón policial dispuesto por la Ertzaintza pudo obligar a los terroristas a alejarse en exceso del lugar, por lo que el mando a distancia no pudo accionar la bomba. O bien que los inhibidores de frecuencias interceptaran la señal emitida. La policía vasca sostiene que éste fue el sistema empleado porque, hasta el momento, los agentes no han hallado ningún elemento típico de un temporizador.
La actuación de la Ertzaintza, que no desplazó a sus artificieros tras recibir el primer aviso de bomba, fue duramente criticada por el PP y el PSE. María San Gil, presidenta del PP de Guipúzcoa, aseguró tener la 'sensación de estar poco protegida por la Ertzaintza'. El secretario general de los socialistas guipuzcoanos, Manuel Huertas, acusó al Departamento de Interior de 'inoperancia extremadamente preocupante'. Balza replicó que 'nadie discute de escoltas ni de medidas de seguridad cuando los atentados se producen fuera de Euskadi'.
Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco, quien permaneció apoyado en la tumba junto al artefacto, dijo que pedirá a Balza explicaciones sobre la actuación policial y lamentó que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, no le telefoneara ayer. Un portavoz de la Presidencia vasca replicó que la llamada se produjo durante la mañana.
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