Una herencia mal contabilizada

El Gobierno de la Comunidad hizo en 1998 las cuentas de la lechera. Ese año incluyó como derechos pendientes de cobro los 11.060 millones de pesetas que debían abonarle presuntamente los herederos del financiero Pedro Masaveu, fallecido en 1993.

Pero el Tribunal de Cuentas le recuerda en su informe que la titularidad de este derecho 'está actualmente sujeta a lo que resulte el procedimiento judicial ante la Audiencia Nacional'.

El Gobierno regional pleitea desde hace años con el Principado de Asturias sobre cuál de las dos comunidades tiene derecho a recibir el impuesto de sucesiones de este financiero. Madrid mantiene que Masaveu tenía su residencia habitual dentro de la Comunidad, por lo que, con arreglo a las normas que regulan los tributos, los herederos deben abonarlos aquí. En juego se encuentra, entre otros valores, una colección pictórica de 8.000 millones.

Sin embargo, según los auditores públicos, hasta que no se acabe el proceso judicial, el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón no podía haber incluido como derechos que debe recaudar una herencia que todavía no es suya.

De hecho, a finales del año pasado, unos días después de que los auditores acabasen su informe, la Audiencia Nacional desestimó el recurso interpuesto por la Comunidad contra un sentencia previa que otorgaba al Principado de Asturias la herencia.

El viceconsejero de Hacienda, Juan Bravo, explicó ayer que la Comunidad interpondrá en breve un nuevo recurso ante el Tribunal Supremo, ya que sigue considerando que la herencia debe tributar en Madrid.

Herencias notablemente menos importantes también han provocado errores en las cuentas generales de la Comunidad. El Tribunal de Cuentas recuerda que en 1998 se produjeron anulaciones y exenciones de derechos de sucesiones por importe de 14.000 millones como consecuencia de 'errores materiales y estimaciones de recursos de los contribuyentes'.