La primera luna llena se apagó
El cielo despejado en el litoral de la Comunidad permitió contemplar anoche el eclipse total del satélite
La primera luna llena del siglo y del milenio dejó de verse ayer por espacio de una hora. Miles de ciudadanos de cinco continentes, entre ellos Europa, paralizaron su actividad por unos minutos para poder observar el primer eclipse lunar del siglo XXI. Se trata de un acontecimiento astronómico espectacular al producirse durante el período del perihelio, día en el que el Sol y Tierra se encuentran más cercanos entre sí a lo largo del año. Esta circunstancia permitió que el satélite de la Tierra recibiera ayer la máxima luz solar, proporcionándole a la Luna un brillo especialmente intenso, además de una dimensión mayor.
La inestabilidad meteorológica que azota España impidió la visibilidad de este espectacular acontecimiento en gran parte del territorio nacional. Un contratiempo que no perjudicó a los residentes en la provincia de Alicante, donde la transparencia del cielo invernal posibilitó la visión del fenómeno.
El eclipse de Luna se inició con rigurosa puntualidad a las 19.42 y continuó hasta las 21.52. Este fenómeno astronómico, producido por la interposición de la Tierra entre la Luna y el Sol, no se volverá a repetir hasta 2003. Por ello, la Agrupación Astronómica de Alicante no quiso desperdiciar esta singular ocasión y puso en marcha el observatorio astronómico móvil de la CAM, que se ubicó provisionalmente en el muelle de levante del puerto de Alicante. El propósito no era otro que proyectar a los alicantinos el primer eclipse lunar del nuevo milenio. También en el Paseo Marítimo de Valencia y en el Planetario de Castellón se instalaron amplificadores de imágenes para divisar el acontecimiento.
Alrededor de medio centenar de personas se acercó hasta el observatorio, 'el primero de sus características en toda España', destacó su diseñador, Juan Vicente Pérez. Este artilugio consiste en un pequeño camión acondicionado con una cúpula semiesférica de dos metros y un telescopio de 36 centímetros. Posee además una plataforma elevable, binoculares, cámara de vídeo (para tomas en directo), proyector y un ordenador multimedia.
De este modo, las imágenes obtenidas por uno de los telescopios instalados en el puerto alicantino fueron proyectadas en la pantalla, formada por la pared trasera del camión. Este diseño permite tanto la observación directa como demostraciones a grupos. Las características del equipamiento del observatorio, explica el diseñador, lo hacen 'especialmente' interesante para su uso por astrónomos aficionados. El hecho de que sea un vehículo posibilita su movilidad, lo que permite alejarse de las ciudades en busca de cielos limpios de contaminación lumínica.
El presidente de la Agrupación Astronómica de Alicante, Federico Pastor, explicó que el motivo de colocar el observatorio en este punto de la zona de Alicante es continuar con la tradición iniciada ya hace unos meses. 'Con estas actividades pretendemos difundir el conocimiento científico para que la gente pueda discernir qué es ciencia y qué no es', apostilló Federico Pastor. 'Todo se produce por leyes físicas, no son predicciones ambiguas', añadió. Además, Pastor apuntó que con estas actuaciones se busca desenmascarar ciencias que realmente no lo son, y 'si encima logramos que la gente se aficione, mejor que mejor'.
La cita astronómica de ayer concitó gran interés, fundamentalmente en personas mayores y niños. El clímax del fenómeno se alcanzó durante la fase de totalidad, producido sobre las 20.50, cuando la Luna adquirió un tono color teja, aunque esto fue apenas perceptible por los allí presentes. Ayer la Luna fue especialmente grande y brillante al encontrarse en el punto de órbita más cercano a la Tierra. Durante el eclipse total, la Luna se situó en la constelación de Géminis, y a unos 45 grados al oeste se hallaban Júpiter y Saturno. Un espectáculo en el que los valencianos gozaron del privilegio de ocupar las butacas de tribuna.
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