'La citología ayuda a curar el cáncer'

La figura humana y profesional del doctor José María Rivera (A Coruña, 1938) suscita tal admiración que hace un año, cuando la primera promoción de licenciados de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco celebró su 25 aniversario, fue el único profesor invitado. El catedrático de Anatomía Patológica acaba de ser galardonado con el premio Maurice Goldblatt, que concede la Academia Internacional de Citología, por su larga y fecunda trayectoria investigadora y docente. En sus 40 ediciones, sólo otro español ha conseguido antes este reconocimiento. La entrega se hará en el 14 Congreso Internacional de Citología que tendrá lugar en Amsterdarm el próximo mes de mayo.

En su humilde despacho del departamento de Anatomía Patológica del hospital de Cruces, en Barakaldo, el doctor Rivera emerge de sus investigaciones en citología: 'La más barata y rentable; y también la gran olvidada de la Medicina', reconoce con resignación. Gallego de origen y de lengua, se doctoró en Medicina con premio extraordinario en la Universidad de Santiago de Compostela.

Ha desarrollado su carrera en el País Vasco y en la Universidad del País Vasco es catedrático de Anatomía Patológica desde 1971. Durante 20 años, hasta 1995, fue jefe del departamento de Anatomía Patológica de hospital de Cruces y entre sus muchos cargos ha sido también presidente de la Asociación Española de Citología y uno de sus primeros miembros.

Arma de diagnóstico

Desde casi siempre, su investigación se centra en la patología y citología de la glándula mamaria. Autor de casi 150 artículos, ha dirigido una treintena de tesis doctorales. 'No te dejan salir de la rueda y aunque te quieras jubilar, no puedes', dice. El doctor Rivera explica que la citología es 'un quehacer diario del diagnóstico', que en un tiempo practicaban los ginecólogos pero con la introducción de la punción con aguja fina comenzaron a realizar los patólogos. 'La citología es un arma básicamente de diagnóstico y que es fundamental para el cáncer en numerosas localizaciones, ya que se puede acceder con una aguja muy fina a los sitios más insospechados, después se aspira, se extraen células y se diagnostican. El desarrollo de las técnicas radiológicas [ecografía, resonancia magnética, TAC] es espectacular y gracias a ello podemos localizar lesiones pequeñas en sitios que antes eran absolutamente inasequibles. Ahora que tanto se habla de la economía de la Medicina, habría que recordar que la técnica de diagnóstico citológico es de las más baratas, rentables y precisas; sin olvidar que a ella se le debe el haber controlado el cáncer de cuello de útero en los países desarrollados', añade.

La citología por punción comenzó a usarse con las masas palpables -ganglios, tiroides, etcétera- y, actualmente, se practica en casi todos los órganos. 'En muchos casos es claro y se diagnostica rápidamente, pero cuando tenemos dudas se hace cirugía, una biopsia, y el sistema es eficaz en más del 90% de los casos. Además, la punción con aguja fina es inocua, muy barata y muy rápida; éste es el mérito de la citología', dice.

Explica que, en el caso de la mama, se empiezan a utilizar otros procedimientos menos cómodos para el paciente, como el pinchar con una aguja un poco más gruesa. 'Se dispara dentro del tumor o de la lesión y se estudia como biopsia; es la microbiopsia por aguja. Se usa en pulmón, mamas y otros órganos. Esta técnica es cara porque cada jeringa cuesta entre 8.000 y 10.000 pesetas y una aguja fina vale cuatro perras'.

El doctor Rivera busca datos sobre la incidencia del cáncer en la comunidad vasca, que, señala, pueden ser extrapolables a otros puntos de España. 'Este tipo de tumor es la enfermedad más frecuente en la mujer -se estima que una de cada diez lo va a contraerlo-, ataca anualmente a más de 700 y mata a unas 300 en el País Vasco. El cáncer de pulmón, el más abundante en el hombre, ocasiona unos 730 nuevos casos al año y el número de vidas perdidas es menos de la mitad', dice.

Tamaño del tumor

El catedrático de Patología recuerda que aún se desconoce por qué aparece el cáncer de mama. Sin embargo, señala que uno de los factores para atacarlo es establecer el tamaño del tumor. 'Así que lo que tenemos que hacer es ir a por los tumores más pequeños. El diagnóstico y el tratamiento permiten que el pronóstico no sea tan infausto como dicen los datos, sino al contrario. Se pude ser optimista en función de la capacidad de diagnóstico inicial: la supervivencia está en relación directa con la fase en que se diagnostica el tumor y, para ello, la citología es fundamental', remacha el experto.

El doctor Rivera aclara que la citología contribuye a establecer el diagnóstico de una lesión; así como su pronóstico, porque hay muchos cambios celulares o de tejidos que son indicadores de un pronóstico mejor o peor de un tumor. 'Por ejemplo, establece cuál es el control de la cirugía o, lo que es lo mismo, controlamos los bordes quirúrgicos para ver si la lesión está adecuadamente extirpada y también controlamos si hay o no recidivas [reproducción del tumor]. En definitiva, que la citología y la anatomía patológica hacen un montón de cosas'.

¿Queda mucho por hacer en la batalla contra el cáncer? La respuesta es rotunda: 'Sí'. Pero añade que surgen nuevas técnicas y que el cáncer es, cada vez menos, sinónimo de muerte.